El Gobierno de Pozuelo se hace trampas en el solitario organizando un raro curso de verano con el que justificar su ausencia de política universitaria
30-06-15) Se está celebrando en Pozuelo de Alarcón un curso de verano llamado “Balance de los 30 años de España en la Unión Europea”, organizado conjuntamente por el Ayuntamiento y el Centro de Excelencia Jean Monnet “Antonio Truyol”, de la Universidad Complutense de Madrid. Curso que, en teoría, debe ser una maravilla y al que a mí me hubiera encantado asistir.
Pero, una vez más, este fantástico curso de verano se celebra clandestinamente.
Nadie sabía nada de él. No se ha anunciado en ningún sitio. Nadie sabe quiénes son sus profesores. Ni dónde había que matricularse. Ni cuál es su programa. No se habla de ello en todo el año pero, de pronto, a principio de verano, una serie de señores muy circunspectos aparecen en Pozuelo, como las cigüeñas por San Blas, están tres días en el MIRA hablando de temas importantísimos no se sabe muy bien a quiénes y se van. Hasta el año que viene. Bay, bay. Ya volvemos.
Pero no es eso lo malo, sino que, con este mini curso, el Gobierno de Pozuelo justifica su atención al mundo universitario y ante las críticas que, desde hace tiempo, se le viene haciendo por vivir de espaldas a las universidades pozueleras.
En el término municipal de Pozuelo, y lo he dicho mil veces, hay cinco + dos universidades: el Campus de Somosaguas de la UCM, la Politécnica del Campus de Montegancedo, la UNED, el ESIC y la Universidad Francisco de Vitoria. También está la Universidad La Salle en Aravaca y el CEU-San Pablo en Boadilla del Monte-Alcorcón. Pero el Gobierno de Pozuelo, desde hace años, se limita a hacer un curso de verano, uno, de tres días. Interesantísimo curso, pero de tres días y a otra cosa, mariposa. Proeza.
Llevo años diciendo que, si este clandestino curso de verano es el inicio de una nueva etapa política de cercanía a ese mundo universitario, bienvenido sea. Pero nada. Y este año, una vez más, el Gobierno de Pozuelo se ha hecho trampas en el solitario y ha justificado algo injustificable que es imposible de ocultar: su abandono del mundo universitario pozuelero.
Es cierto que este Gobierno está recién llegado. Pero también es cierto que la alcaldesa Quislant era Primera Teniente de Alcalde de la Olvidable y, pese a saber de las carencias universitarias del Gobierno, a la hora de formarlo ha preferido seguir manteniendo una concejalía de Educación sin competencias a crear una Concejalía de Relaciones con las Universidades que sí merecería la pena.
Pero lo que más me fastidia, al menos a mí, es que nos vendan esta tontería de curso de verano, aislado y solitario, como un acto académico impresionante.
Pues mire usted, señora Quislant, no. Esto no es nada por mucho que venga el señor Pío García Escudero a inaugurarlo.
El Capitán Possuelo