La Alcaldesa Paloma Adrados, según su firma

(17-03-15) Terminamos esta serie de artículos en el que hemos analizado las firmas de casi todos los concejales con la de la alcaldesa Paloma Adrados, ya como candidata del PP a la alcaldía de Pozuelo de Alarcón.
Y lo hacemos pensado que, como nos ha pasado en casi toda la serie, es una firma de trabajo, ya que vemos que es ilegible, de trazos sencillos y rápidos, dificultad, dicho sea de paso y aunque suene repetitivo, que nos hemos encontrado en la mayoría de la firmas analizadas. En esta firma existe, por lo tanto, una tendencia a la simplificación, así como cierta impaciencia por alcanzar sus objetivos.
Si la observamos detenidamente, suponemos que, en un primer momento, la alcaldesa quiso firmar con la inicial de su nombre Paloma, que inmediatamente enlaza con su apellido Adrados. Gesto que, con el tiempo y por celeridad, ha ido derivando en una serie de rasgos ilegibles, ya que es imposible identificar cada trazo con una letra.
Al firmar también con el apellido, y como hemos dicho otras veces, intenta mostrarnos la imagen que proyecta en la sociedad y que, en este caso, está claro debido al éxito en aspectos sociolaborales.
Si tenemos en cuenta que lo que se entiende, sobre todo, es la inicial del apellido, que además destaca en tamaño sobre los demás trazos, la señora alcaldesa nos estaría indicando también el concepto que tiene de sí misma, una mezcla de idealismo y el orgullo personal.
Vemos, por otra parte, que existe una constancia en los trazos posteriores a la inicial, lo que la define como una persona que canaliza su energía de una manera racional y que tiene un concepto, también de sí misma, más o menos estable.
Hay un predominio de las curvas, que demuestra que es una persona con muchas relaciones y una gran habilidad social.
Se ve que la firma de la señora Adrados es una firma armónica, ya que los trazos han sido realizados de manera fluida y no parecen notarse tensiones. En teoría son señales de tranquilidad y espontaneidad.
También observamos en ella trazos verticales, síntoma de que hay un control sobre todo lo afectivo, es decir, que tiende a racionalizar los sentimientos. Y al ver que es bastante horizontal, sin mucha variación hacía arriba ni hacía abajo, nos hace pensar que estamos ante una persona que se adapta a la realidad con objetivos alcanzables, que sabe soportar las presiones de su ambiente y sabe enfrentarse a los problemas de una forma práctica.
Es importante destacar que es una firma de trazos totalmente unidos, lo que significa un fuerte apego familiar y una gran constancia en la realización de sus tareas.
La rúbrica que, en este caso, sería esa línea que trata de subrayar, en parte, los trazos nos llevaría a asegurar que necesita un cierto apoyo de su entorno. Sin embargo, al ser tan corta, cambia su significado y determina una gran seguridad para resolver las dificultades que la vida le plantea.
En cualquier caso, la separación que hay entre la firma y esta línea, indica que la persona marca una cierta distancia con los demás, incluso con los que tiene vínculos de familia o de amistad.
Y nada más, ha sido un placer para nosotros llevar a cabo esta serie de análisis pese a las dificultades como hemos señalado en distintas ocasiones.
Colectivo Radiónica