La ridícula cifra de gastos de protocolo del Gobierno de Pozuelo da idea de lo que entienden por gran ciudad
(10-02-15) Cuando un Gobierno considera que los Gastos de Protocolo son prescindibles, estamos hablando de un Gobierno sin más aspiración política que pasar por la vida porque que no tiene más remedio.
Traigo este tema a reflexión después de leer las respuestas por escrito que ha dado Paloma Lorenzo, como concejala de Organización Administrativa y Relaciones Institucionales del Gobierno, a la pregunta del concejal Gonzalo Pastor sobre Gastos de Protocolo.
(Espero, un día de estos, hablar con la concejala Lorenzo para ver si me puede explicar sus funciones reales porque las institucionales no las entiendo)
Sobre este tema, empezaré diciendo que no entiendo tampoco por qué Gonzalo Pastor hizo cuatro preguntas distintas, una por año, sobre esos gastos de protocolo. ¿Qué necesidad tenía de hacerlo en cuatro preguntas? De verdad que no lo entiendo. Es más, salvo que haya una razón reglamentaria que desconozco, es una estupidez como la copa de un pino. Bastaba con preguntar, en la misma pregunta, por los gastos de la legislatura o, como mucho, por los gastos pormenorizados de 2011,2012,2013 y 2014. Pero en una sola pregunta, no en cuatro. En fin, ‘cosas veredes, oh Mio Cid, que faran fablar a las piedras’.
Paloma Lorenzo, como es lógico y pensando en la estupidez de Pastor, contestó en cuatro ocasiones. Cuatro respuestas dio la concejala de Organización Administrativa y Relaciones Institucionales que, se supone, después de esto que también es concejala de Protocolo.
El caso es que, leídas las cuatro respuestas, una por año, lo que el Gobierno de Pozuelo de Alarcón dedica a gastos de Protocolo y a Gastos de Relaciones Institucionales (me tiene subyugado esto de Relaciones Institucionales, de verdad) son cantidades irrisorias. Ridículas. A tres milímetros de lo cutre.
En 2011, el Gobierno se gastó, en todo el año, 23.440,48 euros. En 2012, se gastó 33.224,55. En 2013, se gastó 12.924,77 euros. Y, hasta noviembre de 2014, se gastó 22.580,20 euros. Una broma. No me extraña que el Gobierno presuma de dar un superávit incontrolado. Con 92 millones de presupuesto, solo van a protocolo 13.000 euros, en el caso del 2013. Poco más de 1.000 euros al mes. Aparten de mí esa cifra. Que no me quiero enterar.
Antes de seguir, señalar que me llama la atención la coletilla que escribe la concejala Lorenzo en todas las respuestas, en la que dice: ‘Las facturas correspondientes a estos gastos, están a su disposición, al igual que de cualquier otro expediente, siempre que lo solicite por el trámite reglamentario’. Qué cosa más antigua. Lo he leído en otras respuestas también. ¿Qué es eso del trámite reglamentario? Esas facturas tienen que estar colgadas en la web para que las vean los ciudadanos que quieran. Eso es transparencia. No entiendo que las facturas estén para el concejal si las solicita por el trámite reglamentario. No lo entiendo. En fin, sigamos…
Decía que los gastos de protocolo y relaciones institucionales son ridículos para una ciudad como ésta. Hemos entrado en una dinámica de ahorro y de malentender la política tan absurdo que se han vituperado hasta las relaciones normales de autoridades con personalidades. Y una cosa es una cosa y otra un paraguas. Es cierto que ha habido abusos, todos castigables, pero no se puede ir a comer con una personalidad, y me da igual el ramo, y llevarlo a comer el plato del día. No puede ser. O no comer, por no gastar.
O que la alcaldesa de Pozuelo no tenga coche oficial y use uno del parque móvil de la policía perdiendo categoría. Un coche normal no es gasto. O que se inaugure una exposición de un gran pintor y no se sirva ni agua, y los invitados vayan a beber al lavabo. O que se quiera intoxicar a un periodista de Madrid para que venda las bondades de Pozuelo y se le lleve a un VIP.
Por favor, no se puede ser tan cutre. El dinero que se emplea en protocolo es inversión. Ahorrar en ello, es ahorrar en el chocolate del loro.
Ahora entiendo por qué no vienen personalidades prestigiosas a dar el pregón de las fiestas o clases magistrales sobre algún acontecimiento singular. Ahora entiendo por qué hay concejales que hacen de locutores en algún evento. Ahora entiendo por qué no hay eventos. No hay dinero en protocolo. Ahora entiendo por qué tenemos fama de ser una ciudad de pijos y nadie la combate. Como corra la voz vamos a tener fama de agarrados. Ahora entiendo por qué nunca llegaremos a ser nada.
¿Por qué se le tiene miedo a los gastos de protocolo? Si el control del dispendio es muy sencillo. Basta con subir los gastos a la web con una mini explicación. Y que los vean los ciudadanos…
Qué tristeza…
El Capitán Possuelo