Estas elecciones autonómicas y municipales serán las últimas en las que el PP elegirá a sus candidatos a dedo
(29-01-15) Lo he dicho en diversas ocasiones. Lo repetiré. No me importa. Los de letras lo tenemos asumido. Aprendíamos la tabla de multiplicar a base de repetirla. Y ahora, sin problema, lo vuelvo a repetir. Esto de que todo en la Comunidad de Madrid esté parado porque a un señor no le pasa por el arco del triunfo decidir quiénes serán los candidatos en la próximas elecciones autonómicas y municipales es un contradiós democrático. Algo vituperable. Y, por lo tanto, no se volverá a producir.
Si el PP quiere mantenerse más o menos en el lugar político que ocupa, debe cambiar sus estatutos. No es de recibo que toda una red de responsables políticos dependan del capricho, más o menos argumentado. Es algo reprochable en el siglo XXI. No es creíble y los partidos políticos deben trasmitir credibilidad.
Y no vale que se me diga que la decisión final en el PP depende del Comité Electoral Nacional porque eso es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.
Es cierto que al PP, medianamente, le ha ido bien esto del dedito señalador. Pero eso era antes. El tiempo ya pasó. Si lo que necesitan los partidos es trasparencia, porque la reclaman los ciudadanos, esa forma de elegir candidatos en lo más opaca del mundo. El líder te ha elegido. ¿Por qué? El líder no da explicaciones.
Es verdad también que las elecciones primarias no han dado el resultado esperado hasta ahora porque aún no está suficientemente definida como figura política. Todavía sólo es una buena idea.
¿Deben votar los afiliados, los simpatizantes, el Lucero del Alba? ¿Quienes se deben presentar? ¿Cualquier militante? ¿Debe aportar avales?
Falta aún concreción. Todo se andará. Y esa es la dirección correcta. Aunque todo se resolvería con más democracia interna en los partidos, por supuesto. Pero, en el PP, eso es ya imposible. Existe una especie de clientelismo interno que lo ha devorado todo. Y, tal vez, el Partido Popular tenga ahí su propio enemigo. Enemigo en casa.
¿Qué puede aportar el PP de Pozuelo a unas primarias?
Poco. Por no decir nada. Creo que ni siquiera están acostumbrados a debatir.
Claro que el PSOE ha tenido primarias en Pozuelo y creo que el partido también aportó poco. Ahora parece que andan debatiendo temas pozueleros. No sé si será tarde.
En cualquier caso, y a lo que me refería, es que el mamoneo de Mariano Rajoy tiene los días contados. Lo están reclamando los propios afiliados e, incluso, dirigentes. Por supuesto, dirigentes que ya no tienen nada que perder. Ana Botella dijo, ayer mismo, que “se acabará eligiendo a los candidatos en elecciones primarias en todos los partidos”. Puso lo de ‘todos los partido’ como un acto de autodefensa. Pero se refería al PP. ¿A quién si no? El PP es el único partido que grande que no hace primarias.
Debo decir también que, al parecer, ya hay un grupo de gente trabajando en el tema de cara al próximo congreso para presentar la reforma. Un Congreso que, se supone, será antes de las elecciones generales. Con Rajoy nunca se sabe.
De todas formas, el peligro que está corriendo el PP y el propio Rajoy es que, como decía el otro día, todo se empieza a tomar a chunga. Y, al parecer, ya hay alcaldes de varias ciudades importantes que pasan de todo y empiezan a ir a lo suyo. Pasan olímpicamente de un Floriano perdido y de un Arenas relajado. O viejo, que no está claro. Lo que es seguro es que ya no tiene ni fuerza ni talento.
En el PP tampoco se han enterado aún de que los programas generales, creados en la sede central del partido para que los candidatos pongan el nombre del pueblo en los puntos suspensivos, se ha acabado también… Es tiempo de personalización. Lo que sirve para Pozuelo no sirve para Majadahonda.
Es así. Estamos a metro y medio de la Transición Municipal. Aquella de la que nadie quiere acordarse…