Pozuelo, Paco Granados y el cesto de cerezas

(24-02-14) Francisco Granados ha dimitido. Las razones son de sobra conocidas y no me voy a entretener ni un solo momento en ellas. Ni siquiera está imputado pero ha sido declarado culpable por un tribunal de portadas de medios de comunicación y, en el PP, le dieron, como en la vieja Roma, la oportunidad de suicidarse. Posiblemente, como entonces, para salvar a los suyos, y lo hizo. ¿O, tal vez, Paco pensó que era la mejor forma de seguir vivo? No lo sé. El dice que está cansado. Yo creo que los políticos no se cansan nunca de serlo.
El caso es que ya no está. En las guerras siempre hay muertos y la cruenta guerra que se está viviendo en los sótanos del PP de Madrid tiene estas cosas. Dicen que era el hombre de Rodrigo Rato en Madrid y el todopoderoso vicepresidente de Aznar ya fue sacrificado por la masa. Los errores se pagan en política. Y, como en la vieja Roma también, a su gente hay que pasarla a cuchillo. A menos bulto más claridad.
La política en España funciona por una máxima muy simple: ‘¿Y tú de quien eres?’ Por eso, y lo sé bien, la política española es un como un gran cesto de cerezas en donde es imposible coger una sola. Con la que cojas siempre vendrán enganchadas un montón de ellas.
Con esta filosofía política, estaba cantado que Granados, sin apoyos por arriba, era una cereza condenada. Además, había que acabar con él porque no era un cualquiera y eso le hacía muy peligroso. Aspiraba a lo máximo. Tuvo y tiene mucho poder en la organización del partido en Madrid para ello. De hecho hay muchos alcaldes y muchas figuras del PP madrileño que le deben lo que son.
La pregunta es: ¿Cuántas cerezas irán enganchas a Paco Granados en su caída?
Aquí, en Pozuelo hay tres, por lo menos. Que yo sepa, en este ayuntamiento, hay tres concejales que pueden ir enganchados al líder sacrificado. Es cierto que no estaban enganchados directamente a Granados pero sí a otro político que ya no está en Pozuelo y que, a su vez, dependía de Paco. El juego de las cerezas en política es muy interesante. Y cuando esa política es cercana, como en este caso, aún más.
Por ahora, no voy a dar los nombres de las cerezas afectadas. Estoy averiguando si hay alguna más y dar todos los nombres. Aunque no creo. Esto viene de atrás, cuando Granados mandaba mucho, y ya lleva un tiempo haciendo únicamente política de mantenimiento entre su gente. Pero, antes o después, los daré. Hay que esperar su momento. Los tiempos en política son muy importantes. Ellos, en cualquier caso, lo saben y es fácil adivinar quienes son. No hace falta ser una lumbrera para averiguarlo.
Tampoco voy a dar sus nombres por si esto no ha acabado aquí. Hay que esperar. Granados es el hombre que sabía demasiado y algunas de sus frases antes de despedirse han brillado como brilla una guadaña bien afilada al sol y en el PP de Madrid hay mucha yerba que cortar. Además, Esperanza no puede ganar siempre.