A propósito del SUMPASA y la política de ahorro interminable de Adrados
(23-01-14) Ayer anduve por Húmera. Me gusta Húmera. No sé muy bien por qué pero me gusta. Es tranquilo. Me recuerda a mi pueblo, a mi niñez… Si tuviera que empezar de nuevo en Pozuelo me iría a vivir a Húmera.
Para mi sorpresa, el famoso edificio de viviendas de Protección Oficial que tanto ha dado que hablar está casi terminado. Por fuera, al menos. La verdad es que el arquitecto no se esmeró mucho. En Húmera lo llaman la cárcel. Tampoco sé muy bien por qué, aunque su aspecto, de puro moderno, es feo como un demonio. Lo mismo es por las verjas que le han puesto a las ventanas.
El caso es que, al volver del barrio, me acordé que tenía pendiente el tema del SUMPASA desde hace un mes. Más. Casi dos meses. Recuerdo que, en aquel post, me interesaba por lo que iba a suceder tras el anuncio, por parte del Ayuntamiento, de la desaparición del SUMPASA, algo que tenía preocupado a algunos pozueleros que me habían preguntado por el tema.
Como siempre, el amable gabinete de prensa del Ayuntamiento se puso en contacto para darme las explicaciones correspondientes y quedé en reflejarlas aquí. Esta cabeza mía, más pendiente siempre de otras cosas más banales, echó la respuesta en el olvido.
Hoy, me he acordado y esta es la información: El SUMPASA ya no existe. Desapareció, oficialmente, el día 26 de diciembre. Una medida “enmarcada dentro de la política de ahorro y austeridad que está llevando a cabo el equipo de gobierno del Ayuntamiento y que está dando muy buenos resultados para los ciudadanos del municipio”, en palabras de la alcaldesa. Espero que algún día la señora Adrados acabe con esa feroz política de ahorro porque Pozuelo tiene que ser algo más que prudencia en el gasto. Rajoy dice que ya estamos en crecimiento.
Pero, en definitiva, que nadie se preocupe porque la actividad de la sociedad municipal, gestión de las viviendas y mantenimiento de las mismas pasa al Ayuntamiento una vez haya concluido el período de liquidación. “Esta decisión de disolver la empresa no va a afectar en absoluto a los inquilinos de las viviendas de SUMPASA ya que será el Ayuntamiento quién gestione esos alquileres”, en también palabras de Adrados.
En fin, que todo queda como estaba solo que el pueblo se ha ahorrado una pasta. Una pasta que, espero, sirva para construir nuevas viviendas de protección oficial porque, a bote pronto, no parece que este Gobierno sea muy propicio a tal dispendio.