Me sorprende Cierco, me defrauda Ulecia
(19-12-13) En mi cuenta de Twitter, @elcorreodepozuelo.com, decía esta mañana que el pleno de este mes me había parecido de 6,23. Pero, ahora, creo que lo puntué alto. Debe ser que es tiempo de paz y estoy influido por el espíritu navideño. Y es que, un par de horas después, desde la tranquilidad y el sosiego de mi despacho, viendo la lluvia caer y la gente correr, me parece que me he pasado de bueno.
Pero vayamos por partes, como decía Jack el Destripador. Empezaré indicando que la transmisión por internet del Pleno ha mejorado considerablemente. Sigue teniendo algún problemilla que, seguro, corregirán los profesionales que lo llevan.
(Si me permiten un consejo de viejo roquero del oficio, les diré que pidan de antemano los nombres de los concejales que van a intervenir y que les preparen los micros. A veces, hablan mirando a la presidencia y, si encima, el micro les queda lejos, no se les oye. También pueden comprar más micros pero no creo que haga falta. Por supuesto, deben pensar en ampliar el ancho de banda porque, hoy, no era fácil entrar y eso, me dice uno que sabe mucho, es porque ya empezamos a ser muchos los que nos enganchamos a la transmisión.)
Dicho esto, vamos con el contenido. Sobre lo sucedido hoy en el Pleno podría escribir catorce o quince folios. Cuatro o cinco sobre la estética y ocho o diez sobre el fondo. Y eso que empecé tarde porque no me acordaba que se celebraba hoy y porque me costó mucho entrar.
Pero como no quiero ser un pesado, lo resumiré en dos temas: me ha sorprendido David Cierco y me ha defraudado Carlos Ulecia.
No sé si porque se ha afeitado o porque esta mañana ha tomado ración doble de ‘Ciripolen’, David estaba hoy desconocido. Se le ha visto renacido como un Ave Fénix de sus cenizas y ha pasado de un hombre anodino y triste a ser un tipo combativo como se espera del jefe de la oposición. Averiguaré a qué se debe. Aunque, lo mismo, es por algo tan sencillo como que ha decidido entrar en guerra por su silla. En el PSOE, en este momento, hay que esperar cualquier cosa.
Cierco ha aparecido tan cambiado que, incluso y en un momento, su discurso me ha sonado ‘zapaterista’ con eso de la memoria histórica y la plaza de José Antonio. Creo, sinceramente, que el tema ni viene a cuento ni tiene sentido. Salvo que David haya decidido optar por el sectarismo. Me defraudaría.
Como me ha defraudado Carlos Ulecia que ha presentado lo que se llama ‘Una moción Perogrullo’. Perogrullo, para los que no lo sepan, era un tipo que a la mano cerrada llamaba puño. Y eso es lo que me ha parecido esa moción sobre que ‘el Ayuntamiento fomentará la comprensión lectora, el conocimiento de idioma extranjero y la competencia matemática entre los escolares de Pozuelo’, que ha presentado el concejal de Educación.
Eso, Carlos, es una ‘bobá’. Entre otras cosas porque se da por hecho. Eso ya lo saben y lo hacen los colegios. Además, ¿cómo lo vas a hacer? ¿Y cuánto nos va a costar a los pozueleros? Porque todo es muy bonito sobre el papel pero la realidad es otra cosa y de ello no has dicho una sola palabra.
En un momento dado de tu exposición, me dio la sensación de que te habían ordenado que hicieras algo para llenar el Pleno de cosas y, como eres aplicado, te sacaste el tema de la manga. Te recuerdo que, en Educación, mandas menos que el cabo de los municipales de mi pueblo.
Me ha sorprendido gratamente, por cierto, Isabel Pita. Un día tengo que hablar de ella. Hoy, no me quiero enrollar más. Me juré a mi mismo no pasar de un folio en ningún post y ya me he pasado.
Ah, se me olvidaba, la nota definitiva del Pleno, una vez revisado el examen, ha quedado en 5,68 y no subo una sola décima más.