¿Qué ideas políticas plantearán los candidatos en sus programas electorales para que Pozuelo deje de ser una ‘Federación de Urbanizaciones’ sin sentimiento de pertenencia a la ciudad?

Ya tenemos las candidaturas de los ocho partidos que aspiran a gobernar el Ayuntamiento del Gran Pozuelo de Alarcón (venido a menos) a partir del 28 de mayo, aunque hasta el día 2 no serán proclamadas oficialmente. La Junta Electoral se da unos días para comprobar datos y para que los propios partidos políticos puedan sustituir a algún miembro de su lista que haya causado baja.
Pero es igual, las listas ya están publicadas. Variarán poco en sus puestos principales. Ahora continuamos a Bingo. Porque bingo es el Pozuelo que estas candidaturas quieren y que nos presentarán en un cartón en el que estará escrito su programa electoral. Esa es la madre del cordero y es ahí donde empezamos a hablar para que esta ciudad vuelva a jugar en las grandes ligas.
No sé qué propuestas harán esta vez los partidos políticos de Pozuelo en sus programas electorales pero, desgraciadamente, se diferenciarán poco entre unos y otros. Lo venimos diciendo desde hace tiempo. Todos hablarán de los grandes objetivos y de las pequeñas gestiones. A unos se les llenará la boca con el Medioambiente y a otros con la mejora del Servicio Público. Pero todo será a base de gestión. Generalidades y apelaciones a cambiar las florecillas de las rotondas por temporadas y a tapar los baches que se producen con el tránsito rodado, por poner un par de ejemplos.
Entiendo que no debe ser fácil hacer algo original en esta ciudad tan influenciada políticamente por su cercanía a Madrid y, como consecuencia, tan afectada por la política nacional y autonómica. Muy difícil.
Y como es difícil a la mayoría de las candidaturas, por no decir a todas, se les olvidará qué tipo de ciudad quieren construir… A qué Bingo aspiran. Cómo quieren que sea Pozuelo de Alarcón dentro de 10 años…
Y eso es lo único importante. Pozuelo necesita ideas políticas, no gestión. La gestión posterior de esas ideas políticas se da por supuesta en un Ayuntamiento, presumiblemente, tan poderoso como el nuestro.
La transformación de una ciudad se lleva a cabo siempre a través de las ideas políticas. La gestión, a fin de cuentas, no es más que el cumplimiento de esas ideas políticas. Y estoy seguro de que casi todos los partidos, por no decir todos, nos hablarán de gestión. Y no los escucharé. Ya no.
En El Correo de Pozuelo ya estamos cansados de escuchar buenas intenciones. Queremos cambiar la ciudad que se nos ha ido entre los dedos… Como el agua de sus arroyos.
Durante estos últimos 14 años, Pozuelo de Alarcón no ha tenido ni una sola idea política a desarrollar. Todo ha sido un “continuar” lo que había. Incluso, podría asegurarse que ha habido destrucción de lo que había más que su continuación. No se explica de otro modo que la ciudad haya ido decayendo en la mayoría de sus fortalezas hasta llegar, en estos momentos, a no ser siquiera una ciudad al uso. No lo es.
El gran problema de Pozuelo de Alarcón, como consecuencia de esa decadencia, en este momento, no es una ciudad convencional.
Pozuelo de Alarcón es, simple y llanamente, una Federación de Urbanizaciones.
Una federación de urbanizaciones sin cohesión entre ellas. Sin nada que las una. Sin pegamento. Sin sentimiento de pertenencia al grupo. Sin ninguna emoción por lo común. Y es referencia de esta realidad lo que ocurre, y solo como ejemplo, lo que ocurre con las fiestas que se celebran dos veces al año.
Salvo en sus propios barrios, esas fiestas no se sienten como fiestas de la ciudad. Pozuelo de Alarcón es una ciudad sin fiestas. Y como éste, hay bastantes más ejemplos. Y esa desconexión urbanística hace necesario esforzarse todo lo posible para resolver el problema si, políticamente, se quiere convertir a Pozuelo de Alarcón en una ciudad en el más amplio de su definición.
Pozuelo de Alarcón solo es un lugar donde vive mucha gente pero no es una ciudad desde el punto de vista clásico.
Hemos olvidado que nadie ama a su ciudad porque sea la más grande, la más rica o la más avanzada, sino porque es, simplemente, la suya. En Pozuelo de Alarcón se reside pero sus residentes no sienten la ciudad como suya.
Y ese sentido de pertenencia que no se mide en la calidad de vida, como se hizo hace 20 años para constituirlo, sino en la integración de los ciudadanos en su entorno, la reducción de sus desplazamientos, la participación en las tareas políticas y sociales o la distribución ponderada de dotaciones a su servicio.
Extrañamente, el vecino de Pozuelo nunca ha participado en las tareas políticas y sociales de la ciudad. Nunca se ha sentido partícipes de ellas. Protagonistas. Se han acostumbrado a que todo se lo den hecho. Pagan sus impuestos pero no participan de las decisiones que se toman para usar su dinero.
Y es necesario que el contribuyente vea que su dinero es bien empleado en esa idea común de hacer ciudad y que sienta que participa en ello.
En la actualidad existen Mil Pozuelos y esa es la Madre de Todos sus Problemas.
¿Qué ideas políticas presentarán los candidatos a alcaldes para derribar ese muro hasta ahora infranqueable?
Porque solo, desde ahí, se empezará a transformar Pozuelo…
Amén
El Capitán Possuelo