Un rumano recibe varias puñaladas de un compatriota en un bar y pide ayuda en la comisaría de la Policía Nacional de Aranjuez, donde los agente le salvan la vida

Tensión, sangre y una vida salvada ‘in extremis’ por la propia Policía Nacional. Eso es lo que ocurrió, en apenas un puñado de minutos, en la comisaría de Aranjuez, donde este suceso culminó, además, con la detención del presunto homicida.
Tarde del 14 de enero. El edificio que comparten los nacionales con los agentes locales vive su rutina diaria. Hasta que, inopinadamente, irrumpe allí un hombre ensangrentado, que pide ayuda desesperadamente. Le acaban de apuñalar.
Fuentes del caso precisan a ABC que todo empezó en un bar cercano a la sede policial, con una discusión entre dos rumanos. Entonces, uno de ellos, de 41 años, asestó una varias cuchilladas al otro.
La víctima, de 46 y casi sin tenerse en pie, acudió a comisaría como pudo. Nada más acceder, se desplomó. Los policías nacionales que prestaban en ese momento el servicio de seguridad en el control de acceso al edificio, en colaboración con los locales, le atendieron.
Sangraba abundantemente. Tenía hemorragias que hacían peligrar su vida. Le aplicaron un vendaje hemostático y contuvieron el desangrado hasta la llegada de los servicios sanitarios.
Paralelamente, los funcionarios salieron en busca del autor, al que cazaron en la zona. También recuperaron, en el mismo bar, la navaja que había sido utilizada en la agresión.
El sospechoso fue detenido y puesto a disposición judicial, acusado de un delito de homicidio intentado. Ni él ni su compatriota tenían antecedentes policiales.