La Junta de Gobierno de Pozuelo de hoy es de compromiso. Hay que celebrar una reunión semanal y se hace pero sin contenido: Aprobación de propuestas de gastos y aprobaciones de expedientes. Y solo de dos áreas. Nada. Pablo Gil y Mónica García Molina parece que ya han tirado la toalla en Pozuelo y tienen la cabeza en mayo de 2023.

Rotundamente, la legislatura está acabada como acabada está la alcaldesa Susana Pérez Quislant…

Es más, aparte de acabada, Quislant está desesperada. Nadie le hace caso (el espectáculo que dio en Majadahonda va de boca en boca como la “falsa monea”) y necesita aparentar que hace algo…

Cómo estará de desesperada que, como ya no tiene nada que vender, se ha ido a hacerse fotos al Centro de Pantallas de la Policía Municipal (que la ha visitado más veces que la cafetería Suri de la Plaza Mayor) solo para hacerse unas fotos y poder vender, una vez más, que Pozuelo anda bien de seguridad ciudadana. Es lo único que le queda. Carece de proyectos…

Este es el vergonzoso Orden del día de una Junta de Gobierno que ha dejado de ser político y ya solo es administrativo…

Manolo Pérez