Los trenes del 11-M: Aproximación a cada uno de los misterios de aquel terrible atentado y urgente y masiva retirada de material probatorio y cómo el intento de la jueza Coro Cillán por indagarlo le costó el puesto (III)
Terminamos el capítulo de ayer señalando que “Lo que, en diciembre de 2006, era todas las pericias que se estimaron necesarias, se transformó, en julio de 2008, en un lamento de esa rápida destrucción, pues se impidió un estudio posterior más reposado y en profundidad”.
TRES NUEVAS REFERENCIAS JUDICIALES A LA DESTRUCCIÓN DE LOS TRENES DEL 11-M
Cinco años después del atentado, en julio de 2009, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M presentó una querella contra el jefe de la Unidad Central TEDAX, comisario Sánchez Manzano, y su perito químico por encubrimiento, falso testimonio y omisión del deber de perseguir delitos. Tras sufrir numerosos intentos de archivo, el definitivo ocurrió siete años después, en abril de 2016.
En la instrucción de Coro Cillán se produjeron los siguientes cuatro hechos relacionados con la destrucción de los trenes:
1-La propia juez Cillán se quejó, el 8 de septiembre de 2011, de que la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, pese a habérselo solicitado en repetidas ocasiones, no le hubiese remitido la resolución judicial por la que se ordenaba destruir los restos de los trenes que fueron objeto del atentado
2–El subdirector general operativo de la Policía el 11-M, Pedro Díaz Pintado. Prestó declaración ante Coro Cillán el 18 de septiembre de 2009. Según su declaración, poco después de los atentados, le comunicaron que Renfe había preguntado qué hacer con los trenes, porque ocupan mucho sitio. Díaz Pintado contestó que no se pueden destruir por decisión unilateral de la policía, aunque lo haya consultado Renfe, porque eso es una prueba, pregúntenle al juez, y que lo decida el juez. No sabemos si efectivamente se hizo esa consulta al juez ni, en su caso, conocemos la respuesta que éste pudo dar.
3-El director de Emfesa, empresa encargada por Renfe para retirar el tren de Téllez, declaró el 20 de enero de 2012 lo siguiente ante Coro Cillán:
Que cuando se produce un siniestro con intervención policial, Renfe espera a que el Juez de Instrucción determine que se puedan empezar los trabajos de desescombro. Le llamaron a las 4 y se le dijo que ya había autorización. El desguace y retirada[1] empezó a las 18’00 horas del día 12.
Que la Policía Nacional, Municipal y Judicial estaban allí. El día 13 a media mañana, llegaron agentes de policía judicial, interrumpieron el desguace, subieron a los trenes, los registraron durante dos horas, se llevaron alguna caja, dijeron “continúen ustedes, por favor”.
Tampoco hay noticias de esa autorización del juez recibida en Téllez antes de las 16 h del día 12, ni tampoco del contenido de esas cajas que al parecer se llevaron.
Y eso es todo. Se destruyeron cuatro trenes llenos de las más importantes pruebas del mayor atentado de Europa y esa destrucción se ocultó judicialmente; tan solo la juez Coro Cillán se atrevió a iniciar su investigación, y terminó expulsada de la judicatura y con su vida destrozada.
INTENTO POLICIAL DE QUE SE HICIERA LO CORRECTO CON LOS TRENES
Pero hubo al menos un intento policial de que se actuara correctamente. Y lo sabemos también gracias la instrucción de Coro Cillán.
El Inspector Jefe de la Brigada Tedax Provincial de Madrid, Cáceres Vadillo, declaró el 23 de noviembre de 2011, ante la juez Coro Cillán, que los Tedax de Madrid propusieron trasladar los trenes del 11-M a Vicálvaro, donde tenían previsto buscar durante semanas pruebas y muestras de explosivo a través de una inspección exhaustiva. Abandonaron las tareas más dificultosas de búsqueda de pruebas porque daban por hecho que podrían llevarlas a cabo con tranquilidad y discreción durante las semanas siguientes.
Y el tren de Santa Eugenia, el más próximo a Vicálvaro, fue el único de los cuatro trenes atacados que fue trasladado precisamente a esa estación en la madrugada del día 12. ¿Se hizo ese traslado para atender la petición de los Tedax de Madrid? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que permaneció en esa estación durante seis meses, hasta ser trasladado precisamente el 11 de septiembre al taller en el que fue reparado y puesto nuevamente en servicio en julio de 2005. Así que los Tedax de Madrid tuvieron a su disposición al menos ese tren, no ya durante las semanas en las que proyectaban realizar pruebas y muestras de explosivo a través de una inspección exhaustiva, sino durante seis meses. ¿lo hicieron? Tampoco lo sabemos.
[1] En este caso, el desguace y retirada se refiere, no al desguace final del tren, sino al seccionamiento de cada coche en dos partes, cada una de las cuales era retirada después cargada en un camión.
Continuará…
Carlos Sánchez de Roda