La actuación política de Ignacio Fernández y Ángel Hernández produce vergüenza ajena: No representan los valores de esa derecha seria, sensata y madura que necesita Pozuelo

Ayer, como ex afiliado de Vox Pozuelo sentí vergüenza ajena. Y por dos motivos. Primero porque leí en el diario ABC que funcionarios del Ayuntamiento de Pozuelo piden amparo por el acoso Ángel Hernández Pando, un concejal del Grupo Municipal Vox Pozuelo. No se puede caer más bajo.
Y segundo porque yendo por la Avenida de Europa vi una mesa de propaganda de Vox Pozuelo y los muy ignorantes estaban en una acera de Aravaca. Estos señores no saben ni los límites de Pozuelo.
Aunque de verdad no sé por qué me avergoncé si esto se veía venir. Vox Pozuelo no ha estado a la altura de lo que se esperaba de ellos a lo largo de lo que va de legislatura.
Por un lado, metieron a capón en la lista a Juanjo Aizcorbe, sabiendo que su interés estaba a 600 km. de Pozuelo. Como era lógico, se fue.
Y si mal fue aquello por lo que significaba de poco respeto a los vecinos que le había votado, peor fue que nos dejaran de portavoz al número dos de la lista, caracterizado por “su don de gentes y su facilidad de palabra”, siendo el siguiente de la lista el concejal conocido por el mudo.
Y sé bien de lo que hablo porque les ayudé a llegar a donde están.
De los otros dos miembros del Grupo Municipal de Vox no digo nada porque no “existen”.
Y esta vergüenza ajena que siento empezó a ser realidad desde el principio de la legislatura. Porque, al principio, esta pareja de concejales (Ignacio Fernández Tomás y Ángel Hernandez Pando) se convirtieron en el felpudo de la alcaldesa. Su retraimiento y cobardía ante una alcaldesa (que no tenía mayoría absoluta) era un escándalo… Y a cambio de nada.
Pero cuando ya habían perdido todo el buen nombre del partido, decidieron cambiar. Y, como no saben nada de política, pasaron de ser felpudos de la alcaldesa a entrar como elefantes en una cacharrería. Y lo que es peor, dejando a la derecha de Pozuelo por los suelos ya que todas sus intervenciones en el Pleno y en sus declaraciones se mostraban como una derecha salvaje y cabreada. Y eso tendría que tener consecuencias.
Y lo de Hernández Pando, aquel mudito que ficharon por si había que soterrar las vías del tren, se convirtió en un killer. Pensaba que esa era la forma de actuar agresiva que exigía la derecha y su partido. Flaco favor le has hecho a Vox Pozuelo, Ángel. Lógicamente, este rey de las rotondas inútiles de Pozuelo ha sido denunciado por acoso por los trabajadores del Ayuntamiento de Pozuelo. Algo vergonzoso.
Creo que en Pozuelo hay que empezar a pensar en que otra derecha es posible. Una derecha sensata y llena de sentido común, algo que estos señores no tienen.
Pozuelo de Alarcón es un pueblo mayoritariamente de derechas, una derecha democrática que no mira hacia atrás y que quiere vivir en paz, haciendo de su pueblo un lugar mejor para vivir. Y estos señores concejales son todo lo contrario. Y lo peor es que no los van a quitar.
Necesitamos una plataforma que aglomere y unifique a esta derecha pozuelera de progreso (no de progresía) que consiga dar una imagen adecuada que solo vive para promocionarse. Y cobrar.
Espero que así sea pronto. Esta derecha que representa Ignacio Fernández Tomás y Ángel Hernandez Pando no es seria… Y, como poco, lo único que se pide es que conozca los límites de esta villa.
Joaquín Martín