Preocupación por el estado de salud de Soraya Sáenz de Santamaría al saberse que está siendo tratada de una grave dolencia en el páncreas
La ex vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría padece una enfermedad “grave” relacionada con el páncreas. La dolencia le ha obligado a reducir su actividad profesional en el despacho de Cuatrecasas, donde entró como socia tras salir del Gobierno. Fuentes de su entorno nos aseguran que la situación ha generado seria preocupación y, aunque no precisan la naturaleza exacta del problema, explican que “se está tratando con éxito” pero que es algo “muy delicado”, según cuenta Informalia.
La que fuera número dos de Mariano Rajoy durante seis años y medio, hasta la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a Moncloa, cumplió 50 años el pasado 10 de junio.
Símbolo de una época, junto con su ‘jefe’, la vallisoletana lleva desde que abandonó la política muy alejada del foco mediático. Tras salir del Ejecutivo y perder las primarias en el Partido Popular en favor de Pablo Casado, gracias a la ‘pinza’ de su enemiga María Dolores de Cospedal, solo su papel como consejera electiva en el Consejo de Estado, el máximo órgano consultivo del Gobierno, la mantiene como servidora pública.
El propio Pedro Sánchez la llamó para pedírselo. El Pleno del Consejo de Estado se reúne una vez al mes, y las competencias incluyen asuntos de Estado y anteproyectos de reforma constitucional cuando la propuesta no haya sido elaborada por el propio Consejo de Estado.
La abogada del Estado en excedencia fichó en 2019 por Cuatrecasas, en donde se ha especializado en la implantación de sistemas eficaces de gobierno corporativo, prevención de riesgos legales, control de cumplimiento normativo y gestión de crisis.
Fuentes del despacho confirman que Soraya Sáenz de Santamaría es experta en el asesoramiento a compañías en relación con el nuevo régimen de inversiones exteriores en sectores estratégicos, aprobado en marzo del 2020 en España como consecuencia de la crisis de la COVID-19.
Fiel hasta el final a Mariano Rajoy, muy cercana a los reyes Felipe y Letizia, la inactividad política le permite ahora viajar, disfrutar de su hijo Iván, y de su marido, Iván Rosa, también abogado del Estado, y alto ejecutivo de Telefónica. Ellos son quienes siempre le han apoyado, sobre todo los complicados últimos meses de su mandato, en los que vio cómo su jefe y gran protector Rajoy perdía el cetro de poder ante la moción de censura de Pedro Sánchez.
La derrota ante el socialista fue el preludio a un nuevo varapalo: el fracaso de su candidatura a presidir el PP tras la salida de Mariano. Pablo Casado le ganó la partida con la ayuda de Cospedal. Y Soraya cedió el paso con elegancia.
Consciente de que su importancia en el partido había perdiendo fuelle, Sáenz de Santamaría, de memoria tan prodigiosa como la de su ex jefe Rajoy, prefirió retirarse de la esfera pública para volcarse la empresa privada pero sobre todo en su esposo y su hijo, con quienes reside en un chalet de Fuente del Berro, en Madrid. La casa tiene varias plantas y una superficie de 231 metros cuadrados sin apenas jardín pero con una pequeña piscina.
Una de las pocas comparecencias públicas de Soraya desde que dejó la política tuvo lugar el día de su toma de posesión como miembro del Consejo de Estado, en noviembre de 2018. Declaró entonces que veía “con distancia” el panorama político y dijo que personalmente vivía un “momento reflexivo y tranquilo”.
Ahora sabemos que lucha contra una enfermedad “complicada”, nos dicen, y que ha reducido ostensiblemente su actividad laboral en Cuatrescasas.