El debate electoral de hoy en Telemadrid pasará sin pena ni gloria pese a la transcendencia que le quiere dar el aparato político de Podemos. El voto ya está consolidado: hay mucho en juego

Hoy es el día del gran debate electoral de Telemadrid, la gran manzana de la discordia de Pablo Iglesias con la que quiere epatar a los telespectadores con su capacidad demagógica y hacerles cambiar su voto…
Tras el debate, ha dicho, empezará una nueva campaña electoral y se abrirán las puertas del cielo madrileño para poder asaltarlo…
No pasará nada. Nunca pasa nada en un debate electoral. Y en este de hoy mucho menos porque el voto ya está consolidado. Esta vez es muy fácil y todo el mundo lo tiene claro. Hay mucho en juego.
Ya llevamos muchos años de democracia y lo que está en juego es solo la gobernación de la Comunidad de Madrid donde el PP, recordemos, lleva gobernando 20 años. Dicen que el debate le sirvió a Kennedy contra Nixon (en los albores de la televisión) y a Felipe González contra José María Aznar (casi en los albores de la democracia española) pero de ambos acá ya llovió mucho…
Parece mentira que, hoy, un experto (o eso dice él) en política (no está claro si política democrática) crea que un debate en una televisión menor como es Telemadrid vaya cambiar todo y los votantes olviden la decepción que ha producido Podemos y Pablo Iglesias, en sí mismo. Un personaje político lleno de trapacerías, incoherencias, engaños, estafa política, triquiñuela y fullería en el año que lleva en el Gobierno de España puede cambiar pocas cosas ya. Todo el mundo lo tiene calado.
Mientras estaba en la oposición casposas y ultra ultra izquierdista le era fácil engañar… Ahora, tras su paso por el Gobierno de España, la cosa ha cambiado radicalmente porque ya se le conoce de sobra…
Espero que Isabel Díaz Ayuso dé buena cuenta de tanta demagogia como planteará en el debate porque los demás contarán poco…
Decía el otro día El Capitán Possuelo que Ángel Gabilondo acudía muerto a ese debate aunque él no lo supiese. Pedro Sánchez lo ha matado dejándolo en ridículo en muchas ocasiones desde que se convocaron las elecciones. No se entiende por qué lo nombró candidato. Tal vez porque necesitaba un muñeco para hacer su ventriloquía política porque sabe lo que se juega… Pero poco podrá hacer desde la distancia…
Encima Gabilondo para tratar de mantener el tipo ha mentido sobre un tema tan delicado como son los muertos por Covid. Nunca pensé que un hombre como él pudiese hacerlo.
Mónica García, por su parte, tampoco aportará nada al debate, como también decía El Capitán Possuelo, ya que durante esta precampaña se ha dedicado a suicidarse a base de paridas de niñata acostumbrada a debatir en colectivos asamblearios. Su ultima parida diciendo que se va a cargar el Hospital Enfermera Isabel Zendal es demencial. Y lo dice una médico que presume de defender algo tan antiguo como la sanidad pública en ese debate superado de lo público y lo privado. Otra que huele a caspa comunista por mucho que trate de ocultarlo con un “perreo” machista. Madre mía. No hay que olvidar que, pese al blanqueo socialista, Mónica es ultra ultra izquierdista.
Edmundo Bal es quien peor lo tiene. Tan mal lo tiene que está intentando sacar la cabeza diciendo que Ciudadanos estaba en el Gobierno de Ayuso y que tiene una parte alícuota de su éxito. Espero que sea prudente porque Ignacio Aguado y su política insidiosa pueden quedar a los pies de los caballos.
Rocío Monasterio, como siempre y como siempre viene haciendo Vox, irá a lo suyo… A su trantrán… A vender su mensaje… Un mensaje sencillo y que todo el mundo entiende: La necesaria seguridad ciudadana en una Región cada día más asaltada por una inmigración ilegal sostenida con los impuestos de sus víctimas… Un mensaje, dicho sea de paso, único entre los debatientes… Y eso le da mucha fuerza porque no está en el debate pero si están en la calle.
Mientras los demás se perderán en frases y conceptos complicados de entender, Monasterio no se apartará de sus preceptos sencillos… Los que llegan directamente al ciudadano…
En definitiva, el debate pasará sin pena ni gloria, como dije al principio. Tal vez, incluso, desenmascará a ese bluf de la política española llamado Pablo Iglesias… Porque su opción política de estar en la Asamblea de Madrid está rozando el 5% de participación y eso su soberbia no lo puede consentir con lo que puede ponerse nervioso y echar las patas por alto…
Ojalá.
Juan Manuel Sánchez