La alcaldesa de Pozuelo Susana P. Quislant se cuece en su propia vanidad: En este 2021 está soportando tres crisis seguidas y su pánico es que, en Madrid, se den cuenta de su ineptitud

El maestro del toreo Luis Procuna dijo una vez que los toreros soportaban tres tipos de miedo:
El primero es el miedo al toro, a la cornada física. Al dolor.
El segundo es el miedo al público, al fracaso. A que no le vuelvan a contratar.
Y el tercero, el más terrible de los tres para el torero mejicano, es el miedo a que los demás se den cuenta de que tienes miedo.
Curiosamente, en la política pozuelera (al menos) ocurre algo parecido. La alcaldesa Susana Pérez Quislant vive agobiada por esos miedos que, en ELLA, serían:
1.-Miedo a que descubran en la 7ª Planta de Génova 13 (en la 1ª Planta ya lo saben) su debilidad intelectual y política.
2.-Miedo a que se note algún tipo de fracaso en su gestión pública en la villa. Vive para tapar sus errores y echarle la culpa a otros.
3.-Y miedo, el más terrible de todos como decía el maestro Pocuna, a que sus personas más cercanas se den cuenta que tiene miedo. Y, ya se sabe, a más miedo, más gritos.
Ahora, para su desgracia, Quislant está encadenando tres crisis seguidas en 2021. ELLA nunca pensó que pudiera suceder porque en casi 6 años se ha ido librando pero esas cosas pasan en política. Y, paradójicamente, tres crisis seguidas que han puesto de manifiesto sus tres miedos…
La primera crisis fue la que se produjo cuando decidió copiar a Boadilla y montar una Cabalgata Estática de Reyes Magos. No sabía qué hacer estas pasadas navidades hasta que supo por El Correo de Pozuelo lo que estaba preparando Javier Úbeda en la ciudad Del Monte.
Al trabajador alcalde de Boadilla le costó un montón de trabajo llevar a cabo la idea pero para la cigarra pozuelera la cosa estaba chupada… Y lo vendió. Vendió la piel del oso sin haberlo matado. Y la Cabalgata Estática terminó como el Rosario de la Aurora: En un apoteósico fracaso como era de esperar.
Y Quislant entró en pánico. Había que tapar sus debilidades intelectuales y políticas. Y se dedicó a tapar las pruebas de su presuntuosidad borrando sus megalómanos mensajes en las Redes Sociales. Miedo le daba que se enterasen en Génova.
La segunda crisis, y cuando estaba lamiéndose las heridas que le dejaron las cornadas de la Cabalgata, y sin solución de continuidad, apareció en forma de borrasca con nombre de mujer.
Y Filomena empezó a castigarnos con una nevada como no vieron los siglos. Una nevada que dejó, otra vez, en paños menores a nuestra alcaldesa. Su falta de previsión (pese a lo que vendió su fastuoso Plan de Inclemencias) fue de aurora boreal y otra vez se quedó en blanco. Era un fracaso de gestión pública. Un grandísimo fracaso porque la villa se colapsó.
Y Quislant entró en pánico de nuevo. Apenas habían pasado tres días y estaba metida en otra crisis. Había que arreglarlo y echarle la culpa a alguien. Había que traer máquinas como fuese y al precio que fuese. Y había que buscar culpables. Y los culpables fueron Pablo Gil y Almudena Ruiz Escudero. ¿Por qué? Porque pasaban por allí.
El muchachito que se trajo de Murcia no podía ser aunque, en realidad, era el responsable que dejó nombrado para luchar contra Filomena. Pero lo había traido Teo. Miedo le daba a Quislant que los vecinos la culpasen a ELLA y que llegase al «aceitunero altivo». Pero la culparon. Y esta aprendiza de dictadorzuela no lo soportó y censuró todos los mensajes críticos…
Estaba tan acojonada que, por aquello de lavarse la cara, dio un gatillazo político del tamaño de la Catedral de Burgos. Convocó un Pleno Extraordinario para pedir que Pozuelo fuese declarado Zona Catastrófica para ofrecerlo a Génova pero, con tan mala suerte, que el presidente Sánchez se le adelantó declarando Zona Catastrófica a toda la Región, y, vergonzosamente, tuvo que anular el Pleno Extraordinario.
Desconozco a quién le echó la culpa pero estoy seguro de que hubo un culpable. Menuda es ELLA.
Y cuando empezaba a respirar de nuevo por el miedo a la nevada (y también si solución de continuidad) los contagios del Covid 19 se disparan peligrosamente en Pozuelo. Lo peor que le podía pasar porque, pese a estar muerta de miedo, tenía que aparentar que no lo tenía…
En estos momentos no sabe qué hacer pero tiene que aparentar que lo sabe. No puede mostrar otra vez su debilidad intelectual y política. No puede echarle la culpa a nadie de lo que ya es su nuevo fracaso. ELLA también es responble de la subida de contagios por no hacer cumplir la ley. Y, encima, no puede mostrarle ese terror a su gran “enemigo” Enrique Ruiz Escudero…
Tiene que hacer algo… Pero, ¿qué?
-Ayúdame Migue.
(Su situación es parecida a la de Sigourney Weaver cuando le dice a Harrison Ford , “Ayúdame, Jack”, porque la habían pillado en sus mentiras…)
¿Qué va a hacer la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant en esta tercera crisis seguida y posiblemente la peor porque hay vidas en juego?
Nada. Se cocerá en su propia hoguera de vanidades… Fracaso a fracaso.
El problema es que su desgracia será la desgracia de la villa de Pozuelo de Alarcón. El PP no hará nada.
Disfrutemos lo votado.
El Capitán Possuelo