A propósito de la ultima quislantada: Pozuelo era ya la Ciudad de la Música mucho antes de lo que algunos líderes político-ganapanes que se sientan en el Pleno ni siquiera lo intuyeran (II)

(Tal y como prometí el viernes, intentaré explicar en esta pequeña serie de artículos la importancia de la decisión política que se tomó en el Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo de septiembre y que va mucho más allá de la canallada de dejar tirada a la Banda Unión Musical)
Continúo con la explicación política sobre lo que significa la Música en la Villa de Pozuelo de Alarcón…
Y continúo afirmando que, aunque no lo crean, Pozuelo es la Ciudad de la Música y del Agua. De la Música entendida como Cultura y del Agua entendida como Medio Ambiente. Y de esta realidad, como idea política, debería partir todo lo demás si algún día se quiere que sea algo más que la ciudad de los guetos de oropel de los ricos que tanto daño nos hace, como he repetido en infinidad de veces.
De Pozuelo Ciudad del Agua ya hablaré otro día u otros días, que tenemos que hablar de muchas cosas, pozueleros del alma, parafraseando al poeta… Hoy toca, a propósito de la cacicada de la Alcaldesa Quislant con la Unión Musical, hablar de las razones por las que la muy insensata (con la colaboración necesaria de los cazurros de Vox y Ciudadanos) han matado por venganza e ignorancia la idea política de Pozuelo Ciudad de la Música.
A grosso modo y para no cansarles, empezaré diciéndoles que la tradición musical de esta villa viene del siglo XIX. Las bandas que había en Pozuelo en aquella época rivalizaban en fama y pundonor a la hora de amenizar las fiestas patronales y las fiestas de guardar.
De aquella rivalidad nació, con el siglo XX, La Ynseparable, como gran banda de la época, producto de la unión de algunas de ellas, aunque eso no fue óbice ni cortapisa para que siguieran existiendo bandas en la Villa.
El propio Mariano de Lucas, director de el periódico La Atalaya, recuerda que, en 1923, los fuegos artificiales se amenizaban con música clásica y popular. Aquel maestro de periodistas llegó a escribir que, entonces, los músicos no dormían.
Todos sabemos que la guerra “incivil”, que dice el maestro Domené, acabó con todo.
Con el tiempo, las cosas se fueron normalizando en Pozuelo y la música también se recuperó. Y la afición atávica por la música volvió a las calles de la Villa. Y de La Ynseparable nació La Lira y, más tarde, la Unión Musical y, hoy en día, Pozuelo de Alarcón cuenta con tres grandes Bandas: La Lira, La Unión Musical y La Ynseparable.
Y no solo tres grandes bandas si no también con siete coros importantes: Coro Gospel de la Lira, Ars Musicae, Tintinabulum, Kantorei, Coro de la Escuela Municipal de Música y Danza, Coro de La Casa de Extremadura y Coro de la Hermandad del Rocío
Además, cuenta con dos Orquestas: Orquesta de Pulso y Púa “Entre Amigos” de los Centros Municipales de Mayores y Orquesta de Pulso y Púa de la Colonia de El Paular.
(Espero no haberme dejado a nadie fuera)
Y, por supuesto, con la Escuela Municipal de Música y Danza (con unas instalaciones envidiables) que podría convertirse en la gran Coordinadora de ese proyecto Pozuelo, Ciudad de la Música.
Lógicamente, estás son razones de peso para que los dirigentes políticos de la ciudad pensasen que merece la pena pelear políticamente por convertir a esta ciudad en referente nacional de la cultura musical. Contra la negativa idea de Pozuelo ciudad de los ricos, la positiva idea de Pozuelo, Ciudad de la música, que, en el fondo, es Pozuelo, Ciudad de la Culura.
La música en Pozuelo es su cultura recurrente.
Pero el Consistorio no quiere pelear por esa idea político-cultural. Bueno, no quiere o no sabe. El Partido Popular solo manda a Pozuelo de Alarcón a políticos desecho de tienta que únicamente vienen a figurar o medrar… O simplemente a ganarse la vida como si de un jornalero de la política se tratase porque en su vida le han pegado un palo al agua.
Podría hablar de los concejales de ese Consistorio de la torpeza política que no ven más allá del bache o de la farola estropeada. Pero por hoy es suficiente…
Mañana será otro día…
El Capitán Possuelo