Memorias y vicisitudes de Maite Pina: Una concejala sola y de izquierdas en un Consistorio de derechas o como pasar de pardilla a convertirse en maestra de política pozuelera (I)
Hace 9 años me estrené como concejala de Pozuelo de Alarcón. Me presenté a aquellas elecciones con muchas ganas y pocas esperanzas. En esta ciudad, y durante más de 15 años, solamente obtenían escaño el PP y el PSOE y siempre había gobernado el PP. En este escenario, yo me presentaba por IU y no tenía trayectoria de política institucional. Muerte segura. Pero… logré entrar en la Corporación. Por muy poco margen pero salí elegida concejala. Fue algo homérico. Nadie se lo creía. A veces, ni yo si he de ser sincera.
Aquella legislatura 2011-2015 supuso un cambio en la configuración del Ayuntamiento de Pozuelo ya que se pasó de dos a cuatro grupos con representación, algo inaudito en esta villa. A partir de ese momento, el Pleno lo formaban 17 concejales del PP, 4 del PSOE, 3 de UPyD y yo misma por IU.
Podría parecer, de entrada, que todo iba a ser lo mismo pero con más variedad de grupos políticos. Con más color y variedad, eso sí. Y, desde luego, con infinidad de posibilidades para el debate político. Pronto averiguaría que no iba a ser así.
Cuando llegué al Ayuntamiento por primera vez, además de darte tu acreditación, los papeles de la declaración de bienes, explicarte la dinámica del Pleno de Constitución del Consistorio y varias informaciones más, te entregan un ejemplar del ROP (Reglamento Orgánico del Pleno)… Y de pronto te das cuenta de que, en ese ROP, es donde estaba la clave de todo… Tanto que entre sus páginas me encontré la primera piedra en mi tarea de representación en el Ayuntamiento de Pozuelo.
El artículo 21 del ROP decía y dice que los grupos municipales se constituirán con un mínimo de 3 concejales y yo estaba sola. Malo Maite…
Pero no me preocupo demasiado porque veo que el artículo 27 del dichoso ROP regula el grupo mixto y leo que estará integrado por aquellos concejales que pertenezcan a formaciones políticas que hubieran concurrido directamente a las elecciones sin obtener el mínimo de 3 concejales. Mío. Ese era mi caso.
Y así fue como solicité formar el grupo mixto. Pero, ¡oh sorpresa!, también se me niega esa posibilidad con la peregrina disculpa de que el grupo mixto también requiere que lo conformen 3 concejales.
Una interpretación muy sui géneris, dicho sea de paso y que, ahora, con el tiempo, creo que no es constitucional.
Y es que, si no puedes formar grupo municipal pese a que representas a un grupo de vecinos, quedas en un limbo en el que no tienes derecho a nada… Bueno, sí… Vas a los Plenos, pero no puedes presentar mociones… Asistes a los Plenos pero no puedes hacer preguntas orales. Solo escritas y poquitas. Puedes asistir a las comisiones pero no estás en la Junta de Portavoces que es la importante. En definitiva, tu representación política queda, de facto, prácticamente anulada.
Y, encima, yo era nueva… Una pardilla.
Y nadie sabe cómo abordar esa situación.
En otros ayuntamientos eso no pasa pero en Pozuelo sí…
Y mientras buscas salida a aquella locura y al absurdo democrático del ROP, se constituye el Consistorio y se celebran los Plenos extraordinarios que configuran las diferentes funciones de los concejales. Y yo, como sospechaba, quedo excluida de todas ellas. Me quedo algo así como miran las vacas el tren pero mirando a concejales actuar.
Pero, ante tan irracional situación, todos los grupos, TODOS, se muestran solidarios contigo… Muy solidarios, sí, pero nadie encuentra una solución… Una solución de voluntad política pero que yo, en aquel momento, tampoco vi.
Continuará…
Maite Pina, exconcejala de Pozuelo de Alarcón