El inmenso despliegue publicitario que están haciendo los promotores del fastuoso proyecto de Montegancedo en Pozuelo huele a maniobra política porque es del todo innecesario. Puf!!
Confieso, director, que el despliegue publicitario que están llevando a cabo los promotores de la fastuosa urbanización Montegancedo me tiene abrumado.
Hagamos recuento de las tropas puestas en la calle por esta gente:
-Anuncios de prensa por doquier y, por si no fuera suficiente, crean un periódico “ad hoc “al servicio de sus intereses usando al grupo de la “prensa del régimen” (su dueño trabaja en el Ayuntamiento, algo incomprensible)…
-Publireportajes pagados en medios tanto audiovisuales como escritos, como digitales…
-Una oficina de representación en la Avenida de Europa de 10 quilates, donde ¡ojo! solo se informa y no se coge ni una reserva ni una señal…
-Una WEB y unos medios digitales de promoción espectaculares, donde además llaman a la participación del resto de los vecinos de Pozuelo y hasta cuentan con el apoyo entusiasta de algún grupo político municipal como el de VOX.
¡Se nota, sin tapujos, que hay mucha pasta en juego!.
Pero, como decía mi tío Horacio, “Los barcos no tienen ruedas“ y este asunto huele a chamusquina…Huele a maniobra política…
¿Verdaderamente hace falta tanto despliegue para la venta de esa urbanización de lujo que no debería de tener problemas en su popularidad y en su comercialización?.
¿Qué hay detrás de tanta seda y oropel?
Pues lo que hay detrás, es que la urbanización (hoy por hoy) solo existe en la mente de los promotores…
Que la urbanización no está autorizada por el Consistorio y que existe además la gran losa de una carga urbanística (que deben de acometer los promotores) para obtener los permisos de construcción como es la realización previa de las conexiones a la M 40 del propio ámbito urbanístico. Curiosamente, estas cargas han de ser negociadas con la Dirección General de Carreteras, que depende del Ministerio de Fomento, que depende a su vez del gobierno central y que, finalmente, depende de la Coalición de Gobierno Social-Comunista. Mucho arroz para tan poco pollo.
El caso es que, antes de poner ladrillos para venderlos por una “pasta gansa”, hay que gastarse un porrón de millones de euros para que sea aprobado el Proyecto de edificación y, claro, los promotores no están por la labor y quieren presionar esa negociación para modificar la carga urbanística previa por la vía de los hechos consumados.
Hay que mover las encinas para poder coger las bellotas.
A saber:
Su idea es transmitir que nos van a construir el paraíso en la tierra y que nuestra ciudad es la elegida…
Que todos vamos a salir beneficiados…
Que el Ayuntamiento de Pozuelo se enriquecerá a su costa y que son unos empresarios dignos de adoración y reconocimiento, aportando riqueza y empleo a nuestro municipio…
Pero, claro, que nos les obliguen a cumplir las cargas urbanísticas (o sea, las conexiones a la M 40 porque si no, los números no salen y habría mucho menos beneficio de retorno de la inversión).
Me dicen las malas lenguas (que siempre son las que suelen tener razón), que todo apunta a que este despliegue de medios, nunca visto antes en la Villa, tiene por objetivo amedrentar a nuestro Ayuntamiento para que se avenga a negociar con el Ministro de Ábalos, de institución a institución.
¡Puf, vaya trago, alcaldesa!
Por ahora, el Gobierno de la señora Quislant se hace el loco, pensando que ese plato de lentejas no es el suyo y que cada uno se busque la vida como quiera.
El caso es que los promotores empujan cada día más con las armas de que disponen emitiendo un claro mensaje a la Concejalía de Urbanismo: O por las buenas o por las malas.
El asunto en los próximos meses, al paso que va, tomará tintes de tragedia griega donde pueden salir todos mal parados.
¡Cuídate, Quislant, de los Idus de Marzo!
Tomás Pozuelo