La negativa de Sánchez-Iglesias a que Comunidad de Madrid pase a la Fase 1 es un nuevo ataque político al Gobierno regional que terminaremos pagando todos los madrileños
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha calificado la negativa para que Madrid pase a la Fase 1 como “un ataque político a la Comunidad de Madrid, que forma parte de la campaña inaceptable que están haciendo sobre mi Gobierno”.
Ante la falta de explicaciones técnicas que avalen la decisión de no permitir pasar de fase por segunda semana consecutiva a la Comunidad de Madrid, la presidenta madrileña ha anunciado que va “a solicitar de manera formal y por escrito un informe motivado al Ministerio de Sanidad para conocer los criterios objetivos que llevan a que se deniegue nuevamente el acceso de la Comunidad de Madrid a la siguiente fase”.
En caso de no recibirlo, o comprobar en él que se ha perjudicado deliberadamente a los madrileños, Díaz Ayuso ha afirmado que pedirá “que se efectúen todas aquellas medidas legales que estén a nuestro alcance para defender los derechos de los ciudadanos de la Comunidad de Madrid”.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid considera que en una crisis sanitaria no pueden prevalecer de ninguna manera los criterios políticos. “Está claro que esta decisión se ha tomado más allá de las puertas del Ministerio de Sanidad”, ha señalado la presidenta. “Los mismos que negaban la gravedad de la epidemia el 8M –ha agregado– niegan ahora el cambio de fase a Madrid sin criterios técnicos”.
Díaz Ayuso ha asegurado que Madrid cumple con estos criterios exigidos, ha calificado de “arbitraria” la conducta del Gobierno central con Madrid y ha reclamado transparencia para conocer los motivos reales de esta decisión.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha destacado que la región cuenta con la evolución positiva de todos los marcadores requeridos y ha remarcado varios de ellos: el número de pacientes hospitalizados ha bajado un 86%; el número de camas de hospitalización necesarias un 91,61%; los pacientes ingresados en UCI han descendido un 73%; el número de camas de UCI necesarias un 79,61%; el número de pacientes en seguimiento domiciliario en Atención Primaria ha bajado un 90%, pasando de 24.081 pacientes diarios a 2.244; el número de pacientes con PCR positiva, que llegó a alcanzar los 3.300 diarios, se ha situado en la última semana en los 150 de media.