Llamamiento a la sociedad civil en general y, en particular, a la de Pozuelo de Alarcón para que esta crisis no quede en paripé político. Ese que solo sirve para justificar los sueldos políticos
Sufrimos en nuestro País una situación que nadie podía imaginar que no fuera en una trágica pesadilla.
Decenas de miles de muertos por un virus fuera de control, centenares de miles de infectados (quizás millones), un sistema sanitario colapsado, una economía en trance de hundimiento y unos políticos dando tumbos corriendo como pollos sin cabeza a la búsqueda del mejor titular o de la mejor ocurrencia ideológica.
Además de una ciudadanía asustada, preocupada y desorientada. Es cierto que cabe destacar el comportamiento altamente cívico de los vecinos de Pozuelo de Alarcón y las muestras de solidaridad de las cuales tenemos numerosos ejemplos en nuestra ciudad: los voluntarios que hacen elementos de protección para nuestras residencias, los donantes que arriman el hombro para ayudar, los ciudadanos que respetan a rajatabla las duras normas del confinamiento obligatorio.
Pero hay cosas que deben cambiar inaplazablemente tras esta pandemia. Está bien repetir que éste no es momento de críticas sino de arrimar el hombro y que ya llegará el momento de pedir responsabilidades. De acuerdo, yo también lo creo. Pero ese tiempo ya se está acabando.
Hoy tenemos que empezar a pensar cómo podemos cambiar las cosas, cómo podemos mejorarlas. Y tengo muy claro que quedarse en casa viendo como una legión de políticos, asesores, “amigos”, “cuñados”, “dedazos”, “favores debidos” y demás fauna que parasita la inmensa mayoría de las instituciones públicas, altamente politizadas, y en particular en nuestro Ayuntamiento cobrando de los impuestos de todos los vecinos.
¡Quedarse mirando a esta tropa y cabreado todo el rato, no es el camino!
Estamos ante una generación de políticos donde casi ninguno tiene vida fuera de la política, profesionales de la supervivencia en el cargo público y donde el deseo de mantener un nivel de vida al que fuera de la política no podrían ni imaginar que llegarían, les hace aferrarse a sus asesorías y concejalías al precio que sea. Lo dicho, a cualquier precio y habitualmente “toreando “sin ningún pudor, día a día, a los ciudadanos.
Particularmente lamentable, en Pozuelo, es no poder esperar nada tampoco de la oposición a nuestros gobernantes porque ellos mismos forman parte del decorado y no tienen intención de “molestar” lo más mínimo. Se parecen a esa Vedette sustituta que siempre está esperando que se caiga por la escalera la Vedette principal para sustituirla, no vaya a ser que alguien les recuerde que su principal misión es el control al gobierno local y les pidan explicaciones.
¡Tenemos que cambiar el rumbo!
Creo que ya nos sirve de bastante lección lo que está ocurriendo con la gestión de esta desgracia nacional para empezar a presionar y controlar a las instituciones para que estas reaccionen. Y allí donde no canalicen adecuadamente las iniciativas que requiere el bien común, es imprescindible que haya grupos organizados desde la sociedad civil para obligarles a que no olviden la función que, como representantes públicos, tienen en nuestra comunidad.
En estas circunstancias, las iniciativas que no se están llevando por el Ayuntamiento deben de ser exigidas desde las asociaciones cívicas de ciudadanos sin intereses políticos ni “busca-sueldos” profesionales. Y las tropelías que cometan nuestros gobernantes, deben de ser denunciadas desde la misma ciudadanía para que sepan nuestros representantes políticos por qué razón les pagamos sus generosos y garantizados salarios.
Si cuando volvamos a salir a la calle para hacer vida normal todo esto queda en un nuevo paripé político para justificar el sueldo del gobierno y (peor) el de oposición o no se ponen medidas para evitar la profesionalización de la política, debemos despertar desde la Sociedad Civil y, en este caso, desde Pozuelo de Alarcón. De lo contrario, no habremos aprendido nada.
Confíen en lo que les digo, yo he visto las entrañas de la bestia en esta ciudad.
¡Qué Dios nos coja confesados!
Raúl González Andino
Empresario y Exconcejal del Ayto de Pozuelo de Alarcón