Crónica de un error histórico en el Pleno de la capital: Más Madrid facilita a Almeida su primer presupuesto al no sustituir la vacante que dejó Inés Sabanés
Con medio hemiciclo vacío, sin los partidos de izquierda en la sala y con la abstención de Vox se aprobaron el lunes los primeros presupuestos municipales de la era Martínez-Almeida.
Un error garrafal de Más Madrid, que dejó que una concejal dejara su acta el pasado viernes sin reparar en que no daría tiempo a nombrar a su sustituto para este pleno de presupuestos, dejó a la izquierda en empate técnico con PP y Cs.
Una ecuación que, unida a la abstención de Vox, permitía al Gobierno local sacar adelante sus cuentas gracias al voto de calidad del alcalde. Pero el enfado de Más Madrid y PSOE, cuando entendieron la que se avecinaba, fue tal que abandonaron el salón de plenos, con lo que las cuentas se aprobaron por 26 votos a favor, 4 abstenciones y 26 ausencias.
La abstención de Vox pilló a la izquierda con el pie cambiado. Tan convencidos estaban de que votarían con el PP que nadie debió pensar en esta otra posibilidad. De hecho, también faltaba una concejal socialista, Maite Pacheco.
Pero aunque la abstención de Vox, técnicamente, equivalía a tumbar los presupuestos, porque según los resultados electorales, Más Madrid (19) y PSOE (8) suman 27 votos, uno más que PP (15) y Cs(11), la realidad ayer era otra.
En efecto, esta relación de fuerzas había quedado rota el viernes, cuando en el punto 59 del orden del día se aprobó la renuncia a la condición de concejala de Inés Sabanés (Más Madrid), ahora diputada en el Congreso.
La petición a la junta electoral central del nombre del siguiente candidato en la lista y su sustitución aún no se habían sustanciado, por lo que Más Madrid no tenía 19 concejales sino solo 18. Y eso dejaba la cuenta de votos en un empate técnico entre PP-Cs y Más Madrid-PSOE. Que acabaría inclinando la balanza hacia el «si» por el voto de calidad del alcalde, según recoge el reglamento del pleno.
Nadie en Más Madrid parecía haberse dado cuenta de esto antes. Cuando entendieron el alcance de su fallo de cálculo, lo intentaron enmendar con una carrera de improvisadas conversaciones en las cuatro esquinas del salón de plenos, que se solapaban con la orden del PSOE a su edil ausente para que se presentara de inmediato.
En su segunda intervención del día, el concejal de este grupo Jorge García Castaño pidió que el asunto quedara sobre la mesa y no se votara, porque el pleno no respondía a la representación electoral salida de las urnas. Acusó a los grupos conservadores de practicar un «filibusterismo parlamentario cutre».
Ante la inminencia de una votación que iban a empatar, pero a efectos prácticos a perder por el voto de calidad del alcalde, Más Madrid y PSOE decidieron irse del pleno.
A la hora de votar, sólo estaban allí los concejales de PP y Cs, que apoyaron las cuentas, y los de Vox, que se abstuvieron. A éstos, el vodevil les sirvió para permitir al Gobierno sacar su presupuesto sin tener que dar su brazo a torcer.
De hecho, en las cuentas se introdujeron parcialmente algunas de sus reivindicaciones: 415.000 euros menos de ayudas a la Federación de Vecinos y otras entidades, y una reducción del tipo general del IBI hasta el 0,480 por ciento.
Los ediles de los partidos de izquierda advirtieron, ya fuera del pleno, que impugnarán el resultado de la votación porque creían «un profundo fraude democrático» haber votado sin sustituir antes a Sabanés. Su versión no la admitían ni los suyos: el ex edil de Hacienda con Carmena, Carlos Sánchez Mato, lo explicaba en un tuit: «Regalarle una victoria a PP y Cs retrata la falta de oposición en Madrid. No han necesitado ni a Vox para aprobar los presupuestos por una falta de estrategia política imperdonable».
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, les recriminó que no hubieran dicho nada ni el viernes al convocar el pleno del lunes, ni en la junta de portavoces previa al mismo, ni en su primera intervención. Y preguntó: «¿Alguien obligó a Sabanés a irse de concejal el viernes?». A su juicio, había sido «la guerra interna en Más Madrid» por el control de la portavocía la que retrasó la salida de Sabanés.