Con la izquierda hemos topado: Noelia Posse sigue en la Alcaldía de Móstoles pese a todos los escándalos que ha protagonizado y el supuesto malestar del PSOE-M

Lo primero que hizo Noelia Posse al comenzar este mandato fue subirse el sueldo, en junio. Casi un 17% más que lo que cobraba antes: de 70.000 a 82.000 euros anuales. Apenas llevaba unos meses como alcaldesa de Móstoles, un municipio donde casi siempre ha habido problemas internos para el PSOE.
La marcha «obligada» del «susanista» David Lucas abrió la puerta a esta mujer de 41 años (sin trayectoria en la privada y con plaza de albañil en el Consistorio desde hace media vida) a ser candidata. Con el beneplácito de Ferraz, donde la arropa el número dos del jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Iván García Yustos.
Yustos, mano derecha de Iván Redondo, está considerado el verdadero muñidor de la estrategia para que Posse, que no ha parado de hilvanar escándalos desde este verano, siga en la Alcaldía de la segunda ciudad de Madrid, con más de 200.000 habitantes.
La postura del PSOE-M es bien distinta. En público y en privado, su secretario general, José Manuel Franco, ha manifestado su contrariedad, sobre todo después de que la alcaldesa enchufara a su hermana como asesora por 52.000 euros al año. Los abucheos de sus vecinos la llevaron a dar marcha atrás en ese nombramiento, aunque sigue manteniendo «que todo se hizo de acuerdo con la legalidad y que ella [su hermana] era la más capacitada».
«Franco ha hablado con Posse, pero mantiene que no ha hecho nada malo», coinciden varias personas del partido, que recuerdan que «la primera trapisondada fue la de subirse el suelo»: «Es una mujer muy altiva y tozuda. Está convencida de que no ha hecho nada».
La mayoría de los escándalos de Posse saltaron a partir de septiembre, con el nepotismo de telón de fondo: el caso de su hermana como responsable de redes sociales; ascendió a su tío a director técnico de Deportes; puso a su expareja un complemento salarial de 800 euros; a un amigo le hizo gerente del Instituto Municipal del Suelo; a una amiga, coordinadora del Gabinete de Alcaldía; a un militante, gerente de Urbanismo, nombramiento que ha sido tumbado por un juzgado; y a Carmen Rosas, que falseó supuestamente la experiencia laboral del anterior, Jesús Espelosín, la nombró coordinadora general de Urbanismo…
En octubre, el PSOE-M le abrió expediente y la suspendió de militancia de manera temporal: «Ahora mismo, no forma parte del partido», insisten los socialistas. Pero Posse hace de su capa un sayo y en su perfil de Twitter mantiene, sin despeinarse, que es la presidenta del PSOE de Móstoles y responsable de Laicidad a nivel regional.