Consideraciones en torno a Vox Pozuelo y a la decisión de su líder Juan José Aizcorbe, que mañana tomará posesión de su escaño por Barcelona en el Congreso de los Diputados, sobre su permanencia en la villa

Mañana, 3 de diciembre, se constituirán las nuevas Cámaras. Como siempre, 23 días después de los comicios del pasado día 10 de noviembre.
Las sesiones constitutivas del Congreso y del Senado comenzarán a las diez de la mañana de este primer martes de diciembre y se desarrollarán de forma simultánea, cada una con sus propias reglas.
Y esto que nunca nos ha afectado a los contribuyentes de Pozuelo, esta vez sí lo hará… Y lo hará de manera importante porque el líder de Vox Pozuelo Juan José Aizcorbe tomará posesión de su cargo como diputado por Barcelona y eso significa que, aunque puede mantener los cargos de concejal del Ayuntamiento de Pozuelo y de diputado por la Ciudad Condal en Barcelona, la cosa no parece tan fácil…
Dicen fuentes cercanas a Vox Pozuelo (ellos ya no comunican nada oficialmente) que mantendrá las dos responsabilidades aunque, en Pozuelo, no cobrará. No puede cobrar dos sueldos públicos al mismo tiempo. Y, claro, todo indica que optará por el sueldo de diputado que, como además es por Barcelona, tiene un plus importante por desplazamiento. Vive en Pozuelo pero cobrará por haber sido elegido por Barcelona. Una corruptela más. LO hacen muchos y de todos los partidos.
En esta villa, Aizcorbe seguirá de concejal y, en teoría, solo cobrará por asistencia a los Plenos y a las Comisiones. A los Plenos nada más, se supone. No creo que tenga tiempo de venir a la Comisiones. De hecho, es lo que viene haciendo desde hace tiempo.
Y esta decisión, ¿qué lleva consigo?
Lleva consigo muchas cosas…
Así que vayamos por partes como diría Jack el Destripador.
Para empezar, diré que, al menos, en Pozuelo, Vox es un fraude electoral. De hecho, su comportamiento político deja mucho que desear.
Cuando se presentaron, eran la gran esperanza blanca de esta villa. Venían a terminar con el paño. Traían a un líder de gran currículo y aportaban ideas nuevas. Venían a terminar con la mayoría absoluta del PP y, si no conseguían el Gobierno del Ayuntamiento, le iban a poner las pilas a Susana Pérez Quislant…
Incluso, el primer discurso el mismo día de la constitución del Consistorio, Juan José Aizcorbe hizo un discurso excepcional. Pareció raro que, aunque encabezó la lista de Vox y era el candidato a la alcaldía, se quedó solo con el 75% de la dedicación (51.000 euros) y le dejó el 100% de la dedicación a Ignacio Fernández (68.000 euros), un señor (dicho sea con todos los respetos) que lo más redondo que ha visto es una pastilla de chocolate y a las pruebas de sus dos intervenciones en el Pleno me remito.
Pero Aizcorbe era la esperanza. Sin embargo, hasta ese primer Pleno llegó la riada. A partir de ese momento, invirtió los términos de la dedicación y a Pozuelo escasamente le dedicó el 25% de su trabajo. Lo demás, el 75%, lo dedicaba a su trabajo y al partido de Madrid.
No había más que mirar las mociones que presentaba al Pleno… Todas han sido genéricas y de carácter nacional. Le señalo a él porque el Grupo, políticamente, es muy pobre.
Pero eso no era nada con lo que se venía encima:
Primero, Aizcorbe con un discurso infumable defendió la impropia dación de la parcela adjunta a la Parroquia de Caná al Arzobispado de Madrid. Aquello olió a chamusquina.
Y poco más tarde se certificó el cambio: Vox Pozuelo (con Aizcorbe y Fernández) fueron abducidos por Quislant y Oria (creo que Aizcorbe necesitaba tiempo) y pactaron con ellos la Ley más importante de Pozuelo para el año que viene: Los Presupuestos Generales 2020. De tigres se habían convertido en lindos gatitos.
Podían haber sacado petróleo de Quislant (está gobernando en minoría) pero vendieron su apoyo a los presupuestos a cambio de un plato de lentejas. Ni siquiera hicieron el paripé de negociar. Insisto, creo que Juan José necesitaba tiempo.
Después, y como se esperaba, Aizcorbe fue propuesto número 2 de la lista de Vox por la ciudad de Barcelona y se fue. Tenía que hacer campaña.
Y lo debió hacer bien porque salió elegido.
Y a partir de ese momento, Vox Pozuelo fue un juguete en manos de Quislant y Oria. El gozo de los pozueleros que les votaron lo tiraron a un pozo.
El PP no tiene 11 concejales, tiene 15.
Pero, la pregunta sigue siendo la misma: ¿Puede el líder de un partido político mantener su estatus de concejal para venir solo a los Plenos?
¿Qué fraude político es ese?
¿Dónde va a quedar el prestigio político de Vox Pozuelo?
Veremos en qué queda… Tiempo al tiempo.
OTROSI DIGO: Hay quien dice que Aizcorbe no se va (como indica la dignidad política) porque Vox Pozuelo tiene muchos problemas internos y que el Ignacio Fernández (mandamás del partido) no quiere que Sara Suárez sea concejala… O era Alberto de Miguel… Bueno, que hay lío, vaya
El Capitán Possuelo