Este Campeonatos de Liga ha empezado siendo uno de los más abiertos de los últimos tiempo. Y eso es bueno para el fútbol. Muy bueno

No recuerdo un inicio de Liga en Primera División más abierto que el presente.
Aquellos campeonatos que a su inicio contaban ya con un favorito para ganarlo, llámese Real Madrid o Barcelona, con algún tercero en discordia como Atlético de Madrid, Valencia o Sevilla pasaron a mejor vida.
Hoy, en cambio, la mayoría de los equipos de Primera División plantan cara a los llamados “grandes” dejándoles en ridículo a las primeras de cambio.
Así le ha pasado al Barcelona en Granada, en donde los azulgrana recibieron un repaso de juego, entrega y entusiasmo digno de admiración.
En Los Cármenes se vio que algo no marcha bien en el Barça porque, al día de hoy, se trata del peor comienzo de Liga de los barcelonistas en 25 años.
Ya ni Messi es el revulsivo que necesita el equipo.
Y es que el Barcelona está pagando caro la lesión del Leo Messi tras la gira veraniega para engordar la tesorería del Barça que presume de ser el club español con un presupuesto que supera los mil millones de euros.
Además, el frustrado fichaje de Neymar ha contribuido a desestabilizar una plantilla en la que tres o cuatro jugadores aparecían como moneda de cambio por el brasileño.
Es el peor inicio de Liga del Barcelona desde comienzo de los años noventa, concretamente desde 1994. En cinco jornadas ya se ha dejado 8 puntos.
El Barcelona no intimida como antes y equipos como el Granada le planta cara con fuerza física, potencia y rapidez. Soy de los que piensan que a Valverde se le está acabando el crédito.
El Atlético de Madrid siempre empieza la competición de Liga como uno de los favoritos a ganar el Campeonato, pero termina desfondándose porque la suya ha sido siempre una plantilla muy justa.
El Atleti lleva tres partidos sin ganar, si bien el suyo es un juego brillante, a la antigua usanza, llegadas por las bandas y centrar. Pero ya son tres partidos seguidos sin ganar.
Diego Costa siempre fue un seguro de gol. Pero sólo ha marcado 12 goles en 48 partidos. Y del entusiasmo por Diego se ha pasado a las dudas, aunque Simeone sigue confiando en él.
La victoria del Madrid en Sevilla hace pensar que el efecto Zidane puede haber llegado al Madrid. Pero las dudas de París ante el PSG siguen ahí.
Si miramos la plantilla siguen los mismos. Pocos hombres de centro de campo que son los que más desgaste físico soportan. Pero es positivo ver al Madrid en Sevilla jugar como equipo, aunque haya sido escasa la renovación en el vestuario.
En cualquier caso, éste es uno de los Campeonatos de Liga más abiertos que recuerdo. Y eso es bueno para el fútbol.