Zidane no se ha enterado aún de que el Madrid siempre tiene que jugar a ganar (por algo es el Madrid) y en un derbi con más razón aún porque de lo contrario la ignorancia se paga
La derrota del Madrid en Nueva York ante su eterno rival el Atlético de Madrid por 7 a 3 sigue escociendo.
Hay que remontarse al verano de 1980 para encontrar otra derrota madridista ante el Bayer de Múnich por 9 a 1. Pero esto ya es historia porque entre uno y otro partido han pasado 39 años y el Madrid no volvió a recibir un correctivo como el de Nueva York con el “7” que le endosó el Atleti.
Escusas por la derrota las hay para todos los gustos. El entrenador madridista Zidane, al término del partido, decía que el Madrid había jugado un amistoso en Nueva York, mientras que el Atleti disputó un derbi.
¿Que esperaba el entrenador madridista?…
Un partido entre el Madrid y el Atleti nunca puede ser un partido amistoso. Cosa que parece desconocer Zinedine Zidane, que fue testigo de una de las mayores humillaciones que ha recibido el Real Madrid y a manos de su eterno rival.
Vimos inoperancia madridista contra ambición atlética. Fue un chorreo impresionante porque al descanso el Atleti ya le había endosado una “manita” al Madrid.
Ante el Atleti a los jugadores del Madrid les faltó las ganas de triunfo, con una defensa que sigue teniendo los mismos vicios y que tuvo enfrente a un Diego Costa que le endosó cuatro goles, uno menos que los que marcó el delantero atlético en la pasada Liga.
La renovación del Madrid ni está ni se la espera y el daño a la imagen del Club es enorme porque Zidane no encuentra la fórmula para armar un equipo con el que afrontar el Campeonato de Liga a cuatro semanas de su comienzo.
No hay buenas vibraciones en la Casa Blanca porque en el equipo no se producen las variaciones que tiene que asumir el entrenador. Han salido buenos jugadores del Club y se vive esperando el fichaje de Pogba, que no llega, y de Mbappé. Este habrá que esperar, por lo menos un año.
En Nueva York vimos un Atlético de Madrid renovado frente al Madrid de las últimas temporadas que vive su declive con la vitrina llena de trofeos, Florentino Pérez sumido en la ampliación de su macroestadio Bernabéu y la afición tragando.
José Antonio Rosa