La alcaldesa Quislant vuelve a meterle un gol a la Oposición (con mayoría absoluta) en una Junta de Portavoces. Y lo hace con tanta suavidad y maestría que sus miembros salen encantados de la vida. Alucina, vecina

La semana pasada, el viernes creo, se celebró una Junta de Portavoces del Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo. Al parecer, había que preparar y aprobar una serie de normas y medidas para el funcionamiento futuro de esos Plenos…
Esto para ti, esto para mi… Esto es tuyo, esto es mío…
Pero como la Oposición de Pozuelo (con mayoría absoluta) empieza a parecerse al ejército de Pancho Villa y cada uno va por su lado porque no son conscientes del poder que tienen, se la clavaron por la escuadra…
En la Oposición pozuelera, cada Grupo sigue pensando por su lado y tratando de sacar lo máximo posible para cada uno de ellos. Es más, todo indica que aún creen que el Gobierno de Quislant sigue teniendo mayoría absoluta… Y, como lo siguen creyendo, en lugar de exigir, piden…
Me cuentan cosas de dicha Junta para alucinar.
Por ejemplo: En esa reunión se repartieron las mociones. Seis mociones. El PP pidió tres sintiéndose poderoso (no se sabe para qué las quiere porque la legislatura pasada hubo multitud de Plenos en los que no presentó ninguna) y “concedió” otras tres a los tres Grupos de la Oposición.
La Oposición está formada por cuatro partidos pero Somos Pozuelo no cuenta. Algunos técnicos que asistieron a la reunión justificaron que Somos Pozuelo no tuviera derecho a Grupo ni a nada. Por supuesto, lo hicieron con unos argumentos cuestionables por no llamarlos torticeros. Dejémoslos, por ahora, en presuntos argumentos interesados pero que nadie de la Oposición, con mayoría absoluta, supo replicar.
Y es que el ROP no dice taxativamente que Somos Pozuelo no pueda tener Grupo. No lo dice. Y, como no lo dice taxativamente, la aplicación del ROP no puede ser restrictiva de derechos fundamentales. Entre otras cosas porque supone una vulneración de un derecho fundamental y eso son palabras mayores. No hace falta que un reglamento lo regule. Un reglamento nunca puede cercenar un derecho constitucional. Es un principio de derecho de primero de carrera.
Y así lo define la propia Constitución Española (Cerrillo, léete el artículo 23 de la Carta Magna). Ese artículo prohíbe que se cercenen los derechos de un representante de la forma que se ha hecho con el representante de Somos Pozuelo.
Una estupidez más de los miembros de la Oposición, porque su mayoría absoluta se hubiera impuesto por encima de esos raros consejos que les daban.
Pero hay más, alguien de la Oposición se dio cuenta por fin de que, en esa Junta de Portavoces, eran mayoría absoluta y podían quitarle una moción al PP. Pedía tres pero podían votar todos para que fuesen dos. Y así lo hicieron. Y ganaron.
El PP tendría dos mociones y la tercera se la repartirían alternativamente los tres partidos de la Oposición. ¡No se la daban a Somos Pozuelo! Se quedaban con ella y cada tres meses un Grupo de la Oposición (con mayoría absoluta) presentará dos mociones en el Pleno (No pueden con una, van a poder con dos…, puf)
Cuando me lo dijeron no me lo podía creer. El PP les había vuelto a ganar. El Gobierno se queda con dos y le da igual porque su fuerza no está en el Pleno (y ya veremos cuantas presentan). Dejan a Somos Pozuelo sin ninguna. Y engordan la división de los tres grupos “legales” con la tontería de una moción más que no sirve para nada.
Pero lo más importante y penoso fue que Quislant le puso a la Oposición el balón en el punto de penalti para que tiren hacia una reforma de chichinabo del ROP. Y tragaron. Mientras la Oposición con mayoría absoluta se liarán con esa reforma chundarata, no mirarán lo que deben mirar y ELLA «tranlaranlarita…»
Es acojonante.
Termino por hoy, a Somos Pozuelo, y como un hecho glorioso, la Oposición con mayoría absoluta le ha concedido una pregunta oral. O sea, le ha dado hora para que lo fusilen…
Esta Oposición está más perdida que el barco del arroz y lo que es peor, no saben el poder que tienen ni se lo creen… NI SE LO CREEN.
Para este camino no se necesitaban alforjas…
El Capitán Possuelo