La Guardia Civil investiga unos huesos humanos hallados el pasado 24 de junio en la fosa de las niñas de Alcacer y que corresponden a unas falanges
En contra de lo que se creía inicialmente, los restos óseos hallados por una pareja el pasado 24 de junio en el paraje en el que fueron encontrados en una fosa los cadáveres de las niñas de Alcacer corresponden a un ser humano.
La investigación abierta por la Guardia Civil deberá determinar ahora si los huesos -cuatro pequeñas falanges- pertenecen a alguna de las tres víctimas del crimen que conmocionó a España desde su desaparición el 13 de noviembre de 1992 y el 27 de enero de 1993, cuando fueron hallados los cuerpos sin vida de Miriam, Toñi y Desirée en una fosa del paraje de La Romana en el término municipal de la localidad valenciana de Tous.
Según ha avanzado este miércoles «Las Provincias», la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia (IML) ha determinado que los huesos hallados el pasado 24 de junio corresponden a fragmentos de dedos de una persona y no de un animal, conforme apuntaban las primeras pesquisas.
De acuerdo con la información de «Las Provincias», no se ha podido realizar una estimación de la edad ni el sexo de los pequeños restos óseos. El Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, encargado del sumario del caso Alcacer, tiene en su mano decidir si da traslado de los huesos a un laboratorio para extraer ADN y cotejarlo con el de las niñas.
Este Juzgado ya remitió al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil un premolar hallado en las inmediaciones de la fosa en la que estaban enterrados los cadáveres en febrero de 2017. Sin embargo, entonces no fue posible determinar la información genética de la pieza dental y, por lo tanto, a quién correspondía.
El hallazgo de los restos humanos en el paraje de la Romana, en las inmediaciones de la presa de Tous, ha coincidido con la emisión de la serie documental sobre el «caso Alcacer» en Netflix que ha devuelto el trimen crimen cometido hace veintisiete años al primer plano de la actualidad.
De acuerdo con fuentes de la Benemérita consultadas por ABC, se trata de unos huesos de pequeño tamaño que las personas que los encontraron -movidos por la curiosidad tras visionar el documental de Netflix- llevaron al cuartel de la Guardia Civil de Oliva, desde donde se trasladaron a la comandancia de Valencia, que decidió que los analizara el Instituto de Medicina Legal de la ciudad.
Los análisis efectuados hasta la fecha no pueden determinar si pertenecen o no a las niñas de Alcacer, por lo que se van a trasladar a Madrid para extraer el ADN y realizar más estudios.
En función de lo que concluyan los trabajos que se hagan en la capital de España, el juez determinará si abre o no una investigación al respecto.
Las primeras pesquisas apuntan a que los restos pudieron no haber sido hallados en 1993, cuando se recuperaron los cadáveres.
El caso Alcacer se saldó con un único encarcelado, Miguel Ricart, quien salió de la prisión de Herrera de la Mancha hace más de cinco años tras cumplir su condena al beneficiarse de la «doctrina Parot».
Miguel Ricart fue condenado en 1997 a 170 años de prisión como autor de tres delitos de asesinato y cuatro continuados de violación en concurso con tres delitos de rapto. Se encuentra en libertad desde noviembre de 2013.
Por su parte, Antonio Anglés, considerado por el fallo judicial el autor material del triple crimen, sigue oficialmente en situación de busca y captura. La causa, de hecho, sigue abierta en el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira y su responsabilidad penal no expirará hasta el año 2029.
Interpol todavía muestra la ficha de Antonio Anglés en el epígrafe de su página web donde figuran los fugitivos más buscados de todo el mundo, aunque los investigadores creen que murió en su huida. Sin embargo, mientras no se encuentre su cadáver seguirá oficialmente su búsqueda.