Cuando las multinacionales eligen el machismo para promocionarse
Uno piensa que el recurso sexista propagandístico es exclusivo de la discoteca de barrio, negocio casero o emprendedor con ganas de llamar la atención, pero no es así. La mejor prueba de que el machismo enquistado es un problema congénito es la gran cantidad de metedura de pata, de anuncios sexistas, machistas y discriminatorios que se fabrican en algunas grandes multinacionales. Empresas con un departamento gigantesco de marketing, de atención al cliente, de control de calidad donde un grupo de ’elegidos’ (la mayoría hombres, supongo) deciden que millones de personas tienen que ver esa campaña denigrante para mejorar sus ventas. Y lo peor de todo es que les funciona… (Seguir leyendo)