El Presidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales vuelve a experimentar con algo tan importante como la selección española y vuelve a improvisar
Finalmente, como era de esperar, Luis Enrique Martínez ha renunciado a dirigir la Selección Española de Futbol por motivos personales.
Era una situación insostenible porque la Selección Española de Futbol no merece ser el banco de pruebas de ningún entrenador. Y lo está siendo.
Primero fue el cese de Lopetegui (fichó por el Real Madrid) a pocos días de comenzar el Mundial de Rusia, lo que provocó una desestabilización enorme de la Selección.
La solución con Fernando Hierro, al que no llegaba la camisa al cuerpo cuando de carambola le vino encima la responsabilidad de dirigir el Equipo Nacional, hizo el resto y nos llevó a un ridículo espantoso.
Parecía que con Luis Enrique todo iba a ir sobre ruedas pero una desgraciada situación familiar le ha obligado a renunciar…
Toda una sucesión de rarezas.
Pero la gestión de la Real Federación Española de Futbol, encabezada por su presidente Luis Rubiales tampoco ha sido la más acertada. Ni acertó con Fernando Hierro ni acierta con este joven Robert Moreno.
Primero porque los experimentos se hacen con gaseosa y segundo porque han tenido tiempo sobrado para buscar un sustituto de Luis Enrique.
La Selección Española de Futbol tiene un prestigio mundial y merece que la dirija un entrenador con experiencia, que esté a su altura.
No tengo nada contra el sucesor de Luis Enrique. Pero es cargar demasiada responsabilidad sobre Moreno.
Por su seriedad y trabajo merece suerte, pero este no es el camino para el gestionar al equipo que nos representa a todos.
José Antonio Rosa