Laura Pérez de Ziriza, nuestra Laura, tampoco soporta a Susana Pérez Quislant y la abandona por José Luis Álvarez Ustarroz a Majadahonda: No aguantaba en Pozuelo ni un solo minuto más

Laura Pérez de Ziriza era hasta hace cuatro días (hasta que vino César Sinde) el paño de lágrimas de Susana Pérez Quislant. O no sé si el pañuelo de sonarse… Pero era algo parecido a un clínex para el Ama.
Laura vino a Pozuelo con Paloma Adrados a quien había conocido en la Comunidad de Madrid cuando Adrados era consejera de Esperanza Aguirre…
Laurita, con una experiencia relativamente corta en la prensa, era una mujer importantísima para Paloma Adrados… No mandaba mucho pero le era fiel y para un personaje como la anterior alcaldesa, que no se fiaba ni de su sombra, era algo fundamental…
Me llevaba bien, muy bien, con ella.
Y en eso llegó Susana Pérez Quislant a la alcaldía, una mujer más rara que un perro verde que no sabía nada de nada y se quedó con Laura. Necesitaba el control de la prensa y Laura se lo daba.
Pero, cuando se enteró de que iba la cosa, Susana solo la quería de dama de compañía en el sentido estricto de la frase.
Y como Laura tragaba, ella pasó al abuso, como con todo lo que hace la candidata del PP a la alcaldía de Pozuelo, y no hay más que echar cuenta de sus damnificados. Pero Pérez de Ziriza aguantó. Supongo que barriga llena, aguanta trabajo, como dice el dicho popular. Y ella, en algún momento, no estuvo a la altura deseada con sus propios compañeros.
Después es bien conocido el trato, a tres centímetros de la humillación, que le profería. No hay más que preguntar en el Ayuntamiento. Pero Laura es actriz y representaba su papel…
Con esta casa se llevó siempre bien y nosotros con ella. Sabíamos de sus limitaciones. Es más, no queríamos hablar con ella porque sabíamos que la perjudicábamos… Era mejor pasar… Y esperar… Siempre hay que saber esperar…
Un día, alguien le contó a Quislant que un tal Sinde era un genio de la comunicación (manda güevos) y, sin mediar palabra (al estilo Quislant) quitó el despacho a Laura y colocó allí al “vendehúmos” éste… Laura ya era un clínex usado… Y, como tal, la candidata del PP la mandó a la papelera…
Y nuestra protagonista ya no pudo más y se fue… Ya no era problema de barriga llena… Era otra cosa…
Ahora, José Luís Álvarez Ustarroz (otro damnificado de Quislant en Pozuelo) la ha rescatado para que le lleve la prensa y la comunicación de su candidatura a la alcaldía de Majadahonda… Y lo hará bien… Lo sé.
Laura, niña guapa, ojalá que te vaya bonito…
Muchos besos.
El Capitán Possuelo