No todo el pescado está vendido en Pozuelo: Tras los malos resultados de Generales, en las Municipales se podría dar una situación menos dura para el PP y de 8-7-5-4-1 se podría pasar a 10-6-5-3-1 (2)

Ayer hablaba de la combinación que dan los simuladores para las elecciones municipales en Pozuelo (8-7-5-4-1) en relación directa con los votos escrutados en nuestro municipio. Hoy voy a atreverme a pronosticar una combinación menos despiadada para el PP de Pozuelo: 10-6-5-3-1, basada en una participación cercana al 70% (en las generales ha sido del 85%) y en un trasvase de unos 3.000 votos de Vox al PP que explican esos dos concejales que podrían bailar entre una fuerza y la otra.
Mi tesis se basa en que, en Pozuelo, hay muchos votantes tradicionales que, por primera vez, han sido infieles al PP y, es probable, que estimen demasiado castigo el obtenido en las generales del 28-A.
Estos mismos votantes infieles han visto cómo se deshacía el azucarillo de Vox, ya que con unas expectativas de 60 diputados, tan solo han alcanzado 24. La conclusión es que Vox no es más que un partido nacido para reivindicar la unidad nacional, los valores tradicionales de la familia y la mano dura con los nacionalistas y la inmigración. Un partido apenas comprometido con la administración municipal a la que, incluso, desprecian.
Por su parte, una menor participación y la confusión en torno a un líder desconocido penalizará a Ciudadanos con un concejal, que acabará en la bancada socialista. Así, volveremos a tener un gobierno del Partido Popular (10), pero esta vez, a diferencia de los últimos 40 años, coaligado con otro partido. No tengo ninguna duda de que pactará con Ciudadanos (6) porque así lo ordenarán Génova y Alcalá si ambos partidos llegan a entenderse en la Asamblea de Madrid.
Otra posibilidad es que acordasen Ciudadanos y PSOE un pacto de legislatura con el líder del primero como alcalde y que para la investidura se aliasen también con Somos, pero antes de esa posibilidad y ante una lejana, pero posible, negativa de Ciudadanos a pactar con el PP, este se aliase con Vox para formar gobierno. Las combinaciones estarían muy abiertas y dependerían de los escaños que, finalmente, alcance Ciudadanos para sentirse legitimado en aspirar a la alcaldía.
Todavía sonríe Ciudadanos por los resultados del 28-A y hacen bien. Son días de vino y rosas. Es un partido en desarrollo creciente. Su Ejecutiva ha tenido la fortuna de acertar en la estrategia de derechización seguida por la marca en los últimos meses. Hace dos años se desquitó sin pudor de su condición original de socialdemócrata y abrazó sin ambages la ideología liberal. Ellos sabrán.
Aun así, la cuestión municipal merece otra lectura distinta, no solo por la condición de los candidatos que presenta Ciudadanos en Pozuelo, principalmente de su discutido líder impuesto por Madrid, también por la valoración que otorgan los electores al trabajo desarrollado por el grupo municipal en estos últimos cuatro años, valoración que no pasa, precisamente, por una aceptable calificación.
Bajando a las catacumbas electorales nos encontramos con que el candidato del PSOE (5) será el líder de la oposición, una oposición seria y batalladora, desligada de Vox (3) pero apoyada incondicionalmente por Somos Pozuelo (1), que obtendrá su único escaño con dificultades.
En cuanto al nuevo partido local, Vecinos por Pozuelo, con intereses casi exclusivos en el centro y la estación y cuyo fundador y candidato viene de dejar el malogrado UPyD con el que no consiguió escaño en 2015, no llegará a los casi 2.000 votos que se requieren para obtener el primer escaño. Hay demasiada lucha por la zona centro entre los partidos nacionales, como para que uno recién creado sea capaz de hacerse un hueco.
La legislatura promete ser interesante porque el Partido Popular no podrá, como ha venido siendo habitual, hacer y deshacer a su completa gana. Ciudadanos tendrá que calmar su gallinero interno y demostrar su fiel compromiso con Pozuelo con la seriedad que requiere un partido de gobierno, si quiere ganar la alcaldía en las elecciones de 2023.
El PSOE, por su parte, tendrá que mojarse, no solo en cuestiones sociales y medioambientales que tanto le atraen, también en políticas fiscales, urbanismo, gestión de recursos humanos, soluciones a la movilidad y política deportiva, si quiere convertirse en alternativa de gobierno.
De Vox será divertido escuchar a sus representantes en el Pleno, unos concejales que tendrán que enfrascarse, primero, en el conocimiento de nuestra villa, lo que les llevará un par de años y segundo, en ofrecer soluciones a los principales problemas que presenta Pozuelo.
En cuanto a Somos Pozuelo, el vacío que dejará su actual líder costará llenarlo a pesar del trabajo y la buena voluntad demostrados, durante la legislatura que ahora termina, por el joven concejal que le ha sustituido como número uno en la lista.
A todos los candidatos y partidos, ¡buena suerte!
Juan Pozuelo, Analista Político