En unas primarias cada día más cuestionadas: Pepu Hernández, el candidato de Ferraz, se enfrentará a Carmena tras imponerse en las primarias del PSOE-M
Pepu Hernández, el hombre de Pedro Sánchez, será el candidato del PSOE-M a la alcaldía de Madrid. El del ex seleccionador nacional de baloncesto era el cuarto nombre que quedaba por confirmarse para los comicios del 26-M. El entrenador madrileño venció en la primera vuelta al ex alcalde de Fuenlabrada Manuel de la Rocha y al concejal Chema Dávilay se medirá a Manuela Carmena (Más Madrid), José Luis Martínez-Almeida (PP) y Begoña Villacís (Ciudadanos).
Aunque no pudo votar en las primarias, porque no es militante, el técnico logró obtenerel 64% de votos, gracias a la presión de Ferraz. Necesitaba lograr más del 50% de los apoyos de los 5.300 afiliados para no ir a la segunda vuelta. A lo largo de todo el día, Hernández se recorrió varias agrupaciones socialistas donde se podía votar y expresó su deseo de liderar «un gran equipo» e «ilusionar» a los militantes para después convencer a todos los ciudadanos de Madrid de que el Partido Socialista es «una buena opción» para la capital española. Sus rivales se quedaron bastante lejos del hombre de Sánchez: De la Rocha obtuvo un 22%, mientras que Dávila se tuvo que conformar con un 13%.
La movilización de Ferraz permitió que el elegido por Sánchez acumulase antes de que se cumpliese el plazo de entrega de avales más de un millar de apoyo, cuando el máximo permitido eran 531 firmas (10% del censo socialista en la capital). En segunda posición quedó De la Rocha –el primero que se postuló a las primarias en octubre– que entregó 450 avales directos y confiaba, como expresó en una reciente entrevista con ABC, en que el voto secreto le diera la victoria. Sin embargo, la dilatada carrera de De la Rocha en el PSOE –fue alcalde de Fuenlabrada, consejero de Educación y diputado en el Congreso hasta 2015– no fue suficiente para vencer a la presión de la cúpula socialista.
Los afiliados fueron los que depositaron la confianza en Sánchez cuando se enfrentó a Susana Díaz, que gozaba del favor del aparato y de los barones socialistas, por alcanzar la secretaría general del partido. El actual presidente del gobierno prometió entonces otorgar todo el poder a la militancia en el 39º Congreso del PSOE, pero los hechos han demostrado lo contrario.
Primero, por el inédito acto de presentación de Pepu, que se llevó a cabo el pasado 4 de febrero en el Teatro de La Latina, donde fue presentado por el propio Sánchez, También fue arropado por el secretario general de los socialistas madrileños, José Manuel Franco; el jefe de Gabinete del presidente, Iván Redondo; el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños; la ministra de Industria, Reyes Maroto; el secretario de Organización y ministro de Fomento, José Luis Ábalos; la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y el secretario general del Grupo Parlamentario en el Congreso, Rafael Simancas. Salvo Franco, el resto no aparecieron por los actos de De la Rocha ni de Dávila.
La prueba más clara de que Ferraz ha tratado de cerrar filas en torno a su candidato predilecto se evidenció el pasado jueves cuando se celebró el esperado debate entre los tres aspirantes. La cita fue a puerta cerrada, el modelo que impuso Sánchez para proteger a su favorito. El ahora candidato a la alcaldía no se salió del guión que traía escrito. Una hoja de ruta trazada por Moncloa cuya máxima aspiración será la de «recuperar la alcaldía» para los socialistas después de 30 años.