Los «smartphones» 5G ya están aquí pero, de momento, sirven para poco: Las empresas de telecomunicaciones aún no han desplegado esta nueva infraestructura

Mucho tiempo llevamos hablando del 5G, la nueva Red que va a aumentar el acceso móvil y ultrarrápido a internet y conectará innumerables objetos cotidianos. Se trata de la evolución natural del 4G ante la cantidad de objetos inteligentes que nos rodean.
En definitiva, el 5G es la respuesta ante el futuro del todo conectado, en el que un cirujano podrá ayudar a otro en otro país durante una operación mediante una videollamada y en el que los ciudadanos irán a trabajar en coches conectados cada mañana después de haber hecho la compra vía online a través del frigorífico inteligente, que además, le ha informado de los alimentos que ya se han gastado o los que están a punto de caducar.
Según un informe de Cisco, solo en España, en 2022 habrá 41 millones de usuarios móviles (el 88% de la población), y 103 millones de dispositivos inteligentes, lo que se conoce como el Internet de las Cosas (IoT).
A nivel global, se estima que en el mundo haya 12.000 millones de dispositivos y conexiones IoT móviles, frente a los 9.000 millones contabilizados en 2017. Pero las cifras no se quedan ahí: se estima que para 2025 se pase de los 20.000 millones a 75.000 millones de objetos conectados.
Estas impresionantes cifras sólo pueden ser soportadas por el 5G, cuyos beneficios son: una mayor velocidad, baja latencia e incremento de la conectividad.
Estas redes ofrecerán a la industria móvil oportunidades sin precedentes. Y, por ello, las compañías del sector llevan trabajando desde hace años en este futuro que –aseguran- es ya el presente.
Esta es la razón por la que la muchas compañías están presentado en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona, un evento que genera un impacto económico de 473 millones de euros en la Ciudad Condal, los primeros «smartphones» 5G. Xiaomi ( Mi Mix 3 5G), Samsung ( Galaxy S10 5G), Huawei ( Mate X), LG ( V50 ThinQ) o ZTE ( Axon 10 Pro 5G) se han sumado a esta tendencia.
Pero la realidad es otra: de momento, no se puede sacar partido a estos móviles porque las operadoras aún no han llevado a cabo el despliegue comercial de esta infraestructura. Por lo tanto, quien se compre un terminal 5G este año tendrá los mismos beneficios que le ofrece su móvil actual.
Ante este panorama, José María Álvarez-Pallete, consejero delegado de Telefónica, reclamó este lunes en Barcelona un marco regulatorio para el sector «más valiente» y «justo para todos».
Su petición se dirigió a la Comisión y Parlamento europeo próximos, así como a los nuevos gobiernos que salgan de las urnas, ya que el despliegue futuro de las redes de 5G requerirán de grandes inversiones por parte de las operadoras.
El «smartphone» 5G es solo la pieza de un gran puzle aún por completar. En España, de momento, solo se han llevado a cabo proyectos pilotos, como el de Telefónica en Talavera de la Reina y Segovia, y se ha realizado ya la primera videollamada en nuestro país bajo esta nueva infraestructura. Pero el espectro radioeléctrico sigue casi intacto.
De momento, solo se han subastado el espectro en las bandas de 1,5 GHz y 3,5 GHz (2018). Las otras dos bandas identificadas para el 5G, la de 700 Mhz y la de 26 GHz están pendientes, tal y como recoge el « Plan Nacional 5G 2018-2020».
A nivel mundial, Corea del Sur, Japón, China y EE.UU. son, por este orden, los países más avanzados, según un informa elaborado por GSMA.
De hecho, la operadora surcoreana KT ha anunciado que lanzará servicios comerciales 5G este mismo año. Y es que, a diferencia de la situación española, en Japón y Corea del Sur el 4G es ya incapaz de dar respuesta al uso intensivo en datos que se hace en ambos países.
Para 2025, el 59% del total de líneas móviles en Corea serán 5G, mientras que en Japón ese porcentaje será del 48 %, del 49 % en EE.UU. y del 29% en Europa.
(Gentileza de ABC)