Carta abierta de una funcionaria del Ayuntamiento de Pozuelo a la alcaldesa Susana P. Quislant y a la concejala de Hacienda y RRHH Isabel Pita con la esperanza de que cumplan lo prometido
Estimadas señoras Quislant y Pita:
Soy una funcionaria del Ayuntamiento de Pozuelo pero, por ahora, me reservaré firmar con mi nombre ya que, siento decirlo, han conseguido ustedes imponer un cierto temor entre los trabajadores del Consistorio y no quiero arriesgarme a sufrir algún tipo de represalia (que haberlas, las ha habido), aunque sé que intentarán averiguar quién soy ya que son unas consumadas especialistas en macartismo.
Ah, y tampoco milito en ningún sindicato. No insistan por ahí.
Y les escribo esta carta abierta a través de este medio de comunicación que es, al parecer, el único que se atreve a publicarla.
Y empezaré esta carta con tres preguntas:
¿Por qué acuerdan algo con los funcionarios que luego no cumplen sin dar explicación alguna de la causa de esta negativa?
¿Por qué no reciben a los representantes de los funcionarios, que hace ya más de dos semanas que han solicitado formalmente cita a ambas?
¿Por qué no cumplen los Presupuestos?
La verdad es que me siento defraudada por muchas razones pero la principal es que ustedes no nos respetan. No lo hacen cuando el mayor patrimonio de un Ayuntamiento son las personas que trabajamos en él. Otro gallo les cantaría si respetasen nuestro trabajo.
Pero las puertas de Alcaldía nunca han estado abiertas a los funcionarios por mucho que nos lo vendan. Las puertas de la señora Pita, hasta hace poco eran más o menos accesibles, ahora se ha creado un muro infranqueable y, según nos comentan algunos representantes sindicales, hasta ellos tienen vetado el acceso, aún solicitando cita, que es un derecho sindical.
Todo parece indicar que cuando aprobaron los Presupuestos para 2018 ya tenían una clara intención de incumplirlos y, lamentablemente, los funcionarios no son los únicos afectados. También ha ocurrido con muchas otras partidas presupuestarias que, como la del fondo de valoración, no se han ejecutado.
A este paso no nos queda más remedio que pensar que todo este tinglado es una tomadura de pelo.
¿Para qué sirve la memoria de Alcaldía, el informe de intervención, de contabilidad y de todo lo que quieran? ¿Para que luego no se haga nada?
¿Para qué todos asistamos impasibles a esta omisión chulesca del deber que alimenta tanta prepotencia junta?
Ya está bien de permitir que hagan la pantomima de convocar un Pleno para aprobar un presupuesto con el correspondiente autobombo en prensa, instagram, twiter y demás redes sociales, publicando fotos que ya cansan y que luego miren a otro lado a la hora de cumplirlo.
Ya está bien de inflar cifras a lo tonto para justificar los sueldos de políticos que no se los ganan porque su irresponsabilidad y su despotismo les conduce a hacer lo que quieren y a no hacer lo que no les apetece sin dar explicación alguna.
Ya es hora de que les entre en la cabeza que el poder que tienen es un poder prestado por los ciudadanos y que bastante hacemos con permitirles que gestionen nuestro dinero como para que luego no cumplan lo prometido.
Una gestión descuidada del presupuesto afecta a la salud financiera del Ayuntamiento que no debería acomodarse amparándose en el hecho de que aquí no hay clientes sino contribuyentes. Su falta de rigor, de compromiso y de servicio público puede pasarle una factura que quizás, ni con superávit, pueda pagar… Claro que de eso ya hablarán las urnas.
Los funcionarios no estamos dispuestos a consentirlo porque nos sentimos engañados y nos da vergüenza cada vez que vemos la hoja del Presupuesto con el fondo de valoración que de momento no hemos cobrado.
Los funcionarios de Administración del Ayuntamiento llevamos años sembrando, pero la recogida se la llevan otros. No es de extrañar que otros protesten. Creo que ha llegado el momento de protestar nosotros también.
El Presupuesto, señoras, no es el juego del monopoly para que la concejala de Hacienda se ponga medallas por lo bien que cree que lo hace. El presupuesto está para cumplirlo.
Y no hablen más de superávit, por favor… Ya les vale.
Y les repito aunque no lo crean: el mayor patrimonio de un Ayuntamiento son las personas que trabajan en él.
Muchas gracias a la dirección de El Correo de Pozuelo.
Funcionaria Pozuelo