¿Cómo afectará la caída de Cospedal a la opción de Ángel Garrido para ser candidato a la presidencia de la Comunicad de Madrid ya que, a fin de cuentas, era su madrina política?
Todo el mundo sabe que, tras la dimisión de Cifuentes, la opción de relevo por la que se apostaba en la cúpula de Génova era la del portavoz en la Asamblea regional Enrique Ossorio pero fue la intermediación de María Dolores de Cospedal, entonces Secretaria General del Partido Popular, la que logró in extremis que el sucesor de la Presidenta fuese Ángel Garrido.
Ahora Cospedal se ha tenido que ir también y, en teoría ha dejado Garrido colgado de la brocha en su aspiración a ser el candidato en las próximas elecciones autonómicas. Ya no le será tan fácil. Sin embargo, los dirigentes ‘populares’, consultados por El Mundo, dicen que la dimisión de Cospedal no influirá sobre las posibilidades que el actual jefe del Ejecutivo de la Puerta del Sol tendrá de ser el elegido como cabeza de cartel en 2019, pero nadie duda de que así será si es que tenía alguna posibilidad.
«María Dolores ya no estaba para apoyar a nadie: el PP no es un partido cainita, pero entierra rápidamente a sus muertos», apunta un cargo de la dirección regional.
«Ángel parte con ventaja en el proceso porque ocupa la silla del presidente, pero está nervioso y está dando bandazos; eso sí que le resta puntos», añade.
No obstante, una persona con una dilatada trayectoria en el partido explica que el actual jefe del Ejecutivo autonómico «ya tenía un nombre propio» antes de la caída en desgracia de Cospedal como en su día le pasó a Cifuentes, «que también fue designada delegada del Gobierno gracias a su intermediación, pero luego voló sola».
Y añade: «Al final Ángel será elegido o no en función de si es o no el que tiene más posibilidades de ganar, no por si es de los tuyos o de los míos».
Pero nada es fácil en el PP de Madrid. Un sector del partido le ha afeado a Garrido que en un primer momento accediera a negociar con el Ayuntamiento de la capital el refuerzo en el transporte público ante la puesta en marcha de Madrid Central, prevista para el 30 de noviembre, a pesar de que rápidamente rectificó esa postura.
El plan para prohibir -salvo excepciones- el tráfico privado en un área de 472 hectáreas es ahora la principal arma de oposición del Grupo Municipal Popular contra el Gobierno de Manuela Carmena e internamente no se entendió que el Gobierno autonómico justificara este acercamiento apelando a la «colaboración institucional» para resolver «un problema».
Pero Garrido ha recibido más críticas por haber incidido en el mensaje de que el PP debe situarse en el espectro político del centro mientras el líder del partido Pablo Casado hace guiños a los votantes de extrema derecha que podría arrebatarle Vox, aparte de haber manifestado en público su desacuerdo con algunos de los nuevos nombramientos en la ejecutiva madrileña.
«Esto es impropio de un presidente regional. No está a lo que tiene que estar, está más preocupado por la candidatura y no capitaliza bien los resultados de su gestión», añade otro miembro destacado de la formación.
Tras los primeros sondeos internos, que no despejaron las dudas sobre cuáles son los candidatos más idóneos, un núcleo del partido da por seguro que el actual presidente regional será el designado para optar a revalidar el mandato al frente del Gobierno de la Comunidad porque «la única alternativa sería Antonio González Terol, que, entre otras cosas, es menos conocido». El alcalde de Boadilla, en todo caso, niega públicamente que esté en la carrera.