La Comunidad de Madrid anuncia un sistema de videoconferencia en todos los juzgados antes de 2019, pero no solucionará el grave y vergonzoso problema de los Juzgados de Pozuelo

La consejera de Justicia de la Comunidad de Madrid Yolanda Ibarrola ha anunciado este miércoles que todas las salas de vista de todos los juzgados madrileños contarán con sistemas de videoconferencia antes de que finalice este año «para mayor agilidad de procedimientos y evitar costes de desplazamientos».
Entre otras novedades, Ibarrola ha destacado que también se va a instalar en estos Juzgados de Instrucción y Primera Instancia de Madrid una cámara Gessel.
Esta novedad consiste en que en una habitación contigua, separada por un espejo espía, todas las partes, incluido el juez, siguen el interrogatorio y participan de él comunicándose con el profesional a través de un pinganillo. La declaración se graba y queda como prueba preconstituida, evitando que tenga que repetirla durante la vista oral.
Se instalará, junto a despachos de médicos forenses y más salas de instrucción, en la zona de 350 metros cuadrados que han quedado liberados tras el traslado de cinco juzgados de ejecutorias penales a la calle Albarracín, lugar donde ya está operativa otra habitáculo de este tipo, el único que por el momento existe en la región.
Se pondrá una tercera cámara Gessel en los Juzgados de Móstoles, para garantizar una mayor protección a menores y/o víctimas de violencia de género.
La consejera de Justicia también ha informado de que en breve se retomarán las obras de los Juzgados de Navalcarnero y El Escorial, que se paralizaron por la crisis, y que estarán listos en un año. Además, la obra nueva de los Juzgados de Torrejón ya está en fase de adjudicación de las obras «y es otra de las actuaciones con interés de sacar adelante».
Y Pozuelo, olvidado