Todo lo que puede empeorar en política, empeora. El mal gobierno municipal, autonómico o nacional es desgraciado ejemplo todos los días pero el de Quislant en Pozuelo bate todos récords
El mayor problema de los pseudopolíticos que rigen nuestras vidas es considerar su llegada al poder como sinónimo de hacer lo que les dé la gana y que sus actuaciones siempre serán refrendadas por los nuevos súbditos del siglo XXI, hoy dizque ciudadanos.
Nuestro bien informado director sigue preguntando cuándo nuestra egregia alcaldesa por Asamblea mostrará esos billetes hacia el Caribe -ruina, por cierto, de tantos políticos, no precisamente por el sol y las quemaduras, que también- que demuestren que ya estaba en el aire y no en la tierra, para tomar las riendas de la explosión en la Calle de Benigno Granizo como era su obligación, razón de su paga, por cierto.
Pero en la acera de enfrente, rápidamente, el espejo del PSOE nos mostraba que las ineptitudes de nuestros representantes políticos son señal de identidad de cualquier partido; fruto de la inepcia y la falta de respeto hacia el ciudadano que les paga y, en despectiva respuesta a la confianza que hizo el mismo a la hora de votar.
Así la riada asesina de Palma no alteró la celebración de su Presidenta, más en tiempo electoral, que tampoco, como nuestra alcaldesa se planteará dimitir, en este caso con, al menos, diez fallecidos y todo un pueblo agredido por la furia de la naturaleza y el descuido de sus administradores antes, durante y, me temo, que después.
El soterramiento de la rotonda a Boadilla (M-503), vuelve a ser un “deja vu” que cada equis tiempo se saca a pasear y se consolida, sin ejecutar, como un gran paso de un gran compromiso, pero todos seguimos tragándonos esa confluencia infernal.
En esta ocasión hubo tantos presentes para el anuncio de su soterramiento que no entraban en la cámara y me pregunto yo, si necesitará un autobús para su próximo cameo municipal Dña. Susana.
Una vez anunciado, también, el aparcamiento de La Estación, en cuanto la dejemos dos o tres legislaturas más, incluso sería capaz de atreverse con el Centro Comercial anejo al parking.
Tendríamos que llamarla, finalmente, la reina del hormigón, aunque gracias a la Sra. Tejero… se iría frenando tanto frenesí de obras.
Si los compromisos adquiridos fuesen razón obligada y garantía del futuro político, sin duda, conoceríamos mucha gente y, posiblemente, haríamos algún amigo, pero como el ciudadano asiste al derroche de su dinero con devoción mariana, me temo que seguirá votando al partido de siempre, más por una cuestión estética que por, sin duda, una cuestión ética, no ya de resultados frente a lo prometido, sino porque una vez votado, el elegido, da por cumplido el compromiso electoral, al no poder quedar bien con todos, por supuesto y deriva hacia el ordeno y mando, tan lleno de talante democrático.
Querido conciudadano, ya te anticipo que solo nos falta un año para volvernos a encontrar en la misma rotonda y con idéntica propuesta… ¿estarán los mismos o solo faltará Susana?
Una nueva foto y 364 noches más nos traerán la solución. Mientras, a los conductores que la sufren todos los días… ya saben: si haces lo mismo siempre, es imposible que algo cambie.
En nuestros votos está.
A. Nogueiro