En el Día del Afiliado del PP vi a militantes (muchos forasteros), a Enrique R. Escudero (intentado un besamanos) y a gente con ganas de cambio. Un artículo de El viejo rockero J.P
Pensé que no tendría valor. Bajar a las fiestas de la Estación. Esas en las que por primera vez la vi. Esos ojos… Esa mirada. Ese vestido azul turquesa. Ella tan tímida. Yo, tan joven!
Y bailó conmigo. ¡Se la rifaban! Y ella era muy testaruda. Se negaba a bailar con otros. Sólo me miraba a mi.
Venía a Pozuelo en verano. Sólo en el mes de julio. Y así me enamoré de la mujer de mi vida.
En las Fiestas de Nuestra Señora del Carmen. Será el primer año sin ella. Sin mi mujer. No sabía si sería capaz.
Amigos de verdad. De los de toda la vida, me quisieron recoger y bajar juntos. Pero, no. Quise hacer el camino solo. Recordándola. Con lágrimas en los ojos. Y envuelto en esos recuerdos que tanto duelen y a la vez tantas sonrisas me arrancan todos los días.
Y, sin darme cuenta, llegué al Parque. Y fui a la Finca Ulecia. Ver tanta gente me hizo revivir aquellos tiempos. ¡Paella gratis! Sonreí y miré al cielo.
Por fin vi a personas conocidas en una caseta de feria. Era el Día del Afiliado del PP. He de reconocer que a muchos de ellos ni siquiera les conocía ya que no son de Pozuelo.
¡Cómo han cambiado las cosas!, pensé mientras buscaba entre la gente (los que estaban) a mis amigos de siempre. “Ahí están”. Menos mal que tenían una mesa. No había tanta gente como creía. La carta de Enrique Ruiz Escudero que anunciaba que iba a rendir cuentas no había prosperado. Esperaba más expectación. Pero, nada.
Pero, ¿dónde estaba el hijo de Ruiz Soto?
Y de repente le vi. Casi me caigo de la silla. Era como ver a su padre años atrás. Muchos años atrás. Con ese porte, esa altivez. Pero creo, según dicen, sin la misma inteligencia. De repente, una patada cómplice por debajo de la mesa. Una chica se acercó. Quería que fuéramos a saludar al presidente del PP de Pozuelo y Consejero de Sanidad. ¡Era su hermana! Quería que nos levantásemos y fuéramos en procesión a verle. ¡Qué descaro! Lo que nos faltaba, un besamanos…
Mis amigos que son muy educados, dijeron que sí. Que enseguida iríamos. Por supuesto aquello nos pareció un acto de prepotencia y soberbia absoluta. No entendimos muy bien por qué el “señor Ruiz Escudero” no se paseaba entre la gente y saludaba a todos. Como hacían los demás, especialmente Félix Alba, Yolanda Estrada y Paloma Lorenzo.
Mis amigos votaron a Enrique porque les llamó una tal Susana, secretaria de Afiliaciones de Pozuelo y amiga de Enrique. El jueves se arrepintieron de haber elegido a Enrique. No les gustó su prepotencia ni la actitud de Almudena Ruiz Escudero…
Soltaron por esa boca lo que no está escrito. Yo sonreía. Como cuando estás a punto de decir, “te lo dije”. Pero, callé. Y pensé, “disfrutad lo votado”.
No hubo palabras del por ahora presidente del PP de Pozuelo. Ni balance de gestión ni nada de nada. No se habló de la dimisión digna que se esperaba de Ruiz Escudero. Pero las miradas hablaban por sí solas. Y la foto. Él sólo con gente que le llevaba o bien su hermanita o bien una tal Penedo (así me dijeron que la llaman).
Había tres grupos. El de Enrique. El de Susana y el de los ganadores de las elecciones a compromisarios que parecían muy contentos. Los demás, los triunfadores, con afiliados. Se respiraba cambio.
Me sorprendió la llegada de Antonio González Terol. El Alcalde de Boadilla y un cargazo en la regional del PP, según nos indicó Pablo Gil. Qué diferencia de políticos. Terol paseó de la mano de Gil, de la Estrada y de la Alcaldesa. Saludando a todo el mundo mientras Ruiz Escudero andaba medio escondido, esperando a los afiliados que le llevaban de la mano.
Me dijeron que Enrique se pasó toda la velada explicando su derrota y buscando culpables. NO quiere reconocer que él es el único culpable.
Lo raro es que quiera seguir siendo candidato a la Alcaldía de Pozuelo… El batacazo que se va a pegar será de aúpa…
Pero la ambición política debe ser cosa de genética… Aunque destroce al PP.
Sorpresas de la vida.
El viejo rockero J.P.