Se intentó vender por cuatro: La mansión de Ruiz-Mateos en Somosaguas de Pozuelo de Alarcón sale a subasta por un millón de euros

Ubicada en Somosaguas (Pozuelo), la mansión de Ruiz Mateos (ahora propiedad de BNP Paribas) ha salido a subasta por un millón de euros.
1.700 metros cuadrados de vivienda situados en una parcela de casi 7.000 y otra adyacente de 2.600, por las que ahora se puede pujar por 1.200.000 euros y 1.000.0000, respectivamente, es la casa donde José María Ruiz-Mateos y Teresa Rivero, su mujer, criaron a sus 13 hijos.
El inmueble se mantiene intacto desde que un juzgado en 2014 ordenó al empresario abandonar su residencia desde los años ochenta. Ruiz Mateos fue el último de la familia en hacerlo, reacio a dejar recuerdos y vivencias. De esta residencia Joaquín Yvancos, el abogado del empresario durante 30 años, dijo que era ‘la caja central’ donde se escondía el dinero negro que después se mandaba a cuentas en Ginebra (Suiza). Fue la primera de las 45 propiedades que el juzgado embargó.
La vivienda, registrada a nombre de la sociedad Begonia S.A. administrada por Zoilo Ruiz-Mateos, ha sufrido innumerables avatares en todos estos años.
El gobierno de Felipe González intentó embargarla tras la expropiación del holding Rumasa, pero el empresario logró evitarlo escriturando la casa a nombre de Teresa. Años más tarde, Hacienda la convirtió en objeto de deseo en un intento frustrado de recuperar los 84 millones de euros adeudados dentro del procedimiento del Rayo Vallecano, club de fútbol que perteneció a la familia hasta 2011 y cuya presidenta fue su mujer.
Fue la entidad bancaria BNP-Paribas Fortis, con quien estaba suscrita una hipoteca de seis millones de euros, quien finalmente se la adjudicó para ejecutar un embargo por impago.
La entidad intentó primero la ejecución hipotecaria, pero en 2013 decidió sacarla a subasta pública, aunque nadie pujó por ella. La inmobiliaria de la entidad la puso a la venta en un principio por tres millones, aunque tampoco tuvo resultado. Después de los años y un letargo inmobiliario, le dio una vuelta a la operación y subió el precio a cuatro millones de euros ofreciendo la segunda parcela dentro del conjunto. Hubo quien intentó comprarla, pero al final no se cerró ninguna venta.
Quizás con esta nueva subasta se rompa, por fin, el hechizo. Ninguno parece acordarse ya de la propiedad.