Manuel Moreno es el cuarto jefe de Gabinete que le dimite a la alcaldesa de Pozuelo en tres años y todavía hay quien dice que lo de Quislant es normal. Y lo de Enrique Ruiz Escudero, peor

Todo empezó cuando a alguien del PP de Madrid, sin encomendarse a Dios ni al Diablo, se le ocurrió mandar a Enrique Ruiz Escudero (ERE) a que se hiciese cargo de la Agrupación pozuelera. ERE no había hecho nada por sostener su degradación durante los tres o cuatro años que fue Secretario General en la Vía Dos Castillas pero como se vende tan bien y es tan educado, Ángel Garrido convenció a Cristina Cifuentes de que era el hombre ideal para Pozuelo. Y Enrique se creyó un elegido para la gloria.
Y vaya si se lo creyó. El tío se presentó en Pozuelo como el Gran Capitán en Roma, arrasando… Ego sum qui sum, eh, Enrique. ¿Te acuerdas de aquella tarde en Santinno? Yo si fui educado ante tu soberbia y tu grosería… A pesar de eso, te aconsejé. No me hiciste puñetero caso. A mí me dio igual. Ya sabes aquello del tiempo que quita y pone…
Y como ERE era el ganador y Susana Pérez Quislant que de política no sabe nada pero sabe mucho de vientos, viendo que el viento soplaba a favor de Enrique se reunió con él a comer y decidieron, en una especie de cumbre de Yalta pero en cutre, repartirse los territorios… (En el Correo de Pozuelo publicamos la foto)
Y, tras la comida, reunieron a los concejales del PP y les dijeron que se fueran buscando trabajo porque ninguno repetiría en las siguientes elecciones. Faltaba más de año y medio para las elecciones pero ellos se tiraron a la piscina… Enrique, desnudo (políticamente hablando). Era un error político de principiantes pero ERE se sentía un poderoso diosecillo…
Pero, además, Enrique les dijo que a partir de aquel momento, él iría poniendo en cada concejalía a su gente para que fueran llevando a cabo su idea política… A Quislant solo le quedaba tragar si quería tener una salida económica (ella y su Migue) tras las elecciones de 2019. Niña buena. Lo sabe hacer como nadie. Y lo sé también por experiencia.
Y entre esa gente que impuso Enrique estaba Manuel Moreno, nuestro protagonista, un concejal menor de San Sebastián de los Reyes, al que le ofreció el oro y el moro en el Ayuntamiento de Pozuelo. Y Manolo aceptó. Y se convirtió en ‘paraca’. El ‘paraca’ de Enrique con mando en plaza… Tanto que Moreno se creó que era Alvar Fáñez y se convirtió en el nuevo Vicealcalde. A Augusto muerto, Manolito puesto. Al tío le dieron una gorra y se creyó MacArthur.
Si a eso se une que Quislant, chica lista, le nombró jefe de su Gabinete, el cuarto, el tío se creyó capitán general…
Mandaba tanto que ERE, una vez más, humilló a Pablo Gil y lo metió en la Agrupación del PP. Con mando. Enrique, en una reunión del Comité Ejecutivo del PP de Pozuelo, en la nueva sede de la calle La Flores, acordó el nombramientos de Manuel Moreno como Coordinador General, una figura nueva en el Comité Ejecutivo ya que esa función la realizaba hasta entonces el Secretario y que, en teoría, era Pablo Gil.
Si se creería importante que, un día, Manolito convocó a los concejales en la sede y les echó una filípica. No era nadie en Pozuelo pero ERE le había trasferido el poder y se subió a la parra… Les dijo algo así como que empezaba la precampaña electoral y había que ser activos en las redes sociales y que había que trabajar por el partido que la cosa estaba fea…
Fue su final… Esa estupidez le costó el cargo… Ese alarde de majadería sirvió para que los concejales y los asesores (incluidos los que había ido poniendo ERE) pasasen… Cuando los dioses quieren confundir a los hombres, los vuelven soberbios. Lo decía Homero. Y Manolo era un soberbio de tomo y lomo.
Pero el viento político en Madrid empezó a cambiar. Y Susana, que es una superviviente, empezó a darse cuenta de ello. Y ERE ya no era tan favorito. Tenía un pasado oscuro. Y la hermana de ERE la había engañado. Y con la caída de ERE, Manolito Moreno pasó a ser nada. Usted no es nadie, ya no es usted, como le gritaba la gente a Garrincha. Y las cañas pasaron a ser lanzas… Y Manolo empezó a ser un juguete roto entre gestos humillantes y broncas de la alcaldesa que quería vengarse de ERE… Ahora, a Moreno, no le ha quedado más remedio que dimitir. Pobre hombre. Suele pasar cuando Dios da pañuelo a quien no tiene nariz.
Es el cuarto jefe de Gabinete de Quislant que dimite en tres años. El cuarto. Anabel Marín, María Jesús García Alarilla, José Luis Álvarez Ustarroz y Manuel Moreno. Creo que es récord mundial.
Ni Donald Trump lo supera.
Y todavía hay quien dice que lo de Quislant es normal… Anda y vete, Miravete.
Conclusión: La dimisión de Manuel Moreno no es nada. Ha sido un peón sacrificable. El apostó y perdió. Pero su dimisión sí es un gesto político muy importante. Algo huele a muerto en el Gobierno de Pozuelo y en la Agrupación pepera de la calle Las Flores. Las guerras internas lo han matado
Y o alguien pone pronto algo de cordura en tanto dislate o de aquí a mayo del año que viene nos vamos a divertir… Para su desgracia. Le suele pasar a los mediocres.
El Capitán Possuelo