La identidad de Pozuelo de Alarcón: ¿Es sólo un pueblo de ricos? Exposición y reflexiones sobre un debate apasionante (1ª parte). Un artículo de Ángel González Bascuñana, portavoz del GMS

La identidad de una ciudad es un tema de debate apasionante y necesario, pues esa identidad se puede construir pero, fundamentalmente, las ciudades deben construirse desde su propia identidad, desde sus rasgos tangibles e intangibles.
Es habitual observar como ciudades con un rico patrimonio de tradiciones y rasgos históricos, los ven desaparecer por el afán devorador de lo nuevo y, viceversa, ciudades que reivindican sus señas de identidad y, sobre ellas, se edifica la ciudad a lo largo del tiempo.
Sin duda habrá quien opine que la primera de las opciones es óptima ya que abre espacios a la modernidad sin límites, sin la necesidad de tener en cuenta el pasado, la tradición o la opinión de sus habitantes, todo ello primando lo nuevo aportándole valor únicamente por ser nuevo y por tanto dejando morir, en un segundo plano, aquello que identifica la ciudad, al final una corriente que despersonaliza los espacios, convirtiéndolos en “ciudades gasolinera” por ser unas exactamente iguales a otras independientemente de la latitud donde se erigen.
En el segundo caso, hablamos de una labor más compleja, pero más gratificante y sin duda más sostenible en el tiempo, construir sobre las señas de identidad supone un esfuerzo de imaginación, participación y trabajo que reporta una integración entre la ciudad y sus habitantes, que hace a la ciudad más atractiva por diferente, más integrada por reconocible, más dinámica por primar elementos tangibles e intangibles respecto a los cuales sus gentes se sienten conocedores y cercanos.
Y una tercera visión que al fin y a la postre está en el origen de este artículo, las ciudades que teniendo elementos históricos, culturales, naturales o arquitectónicos entre otros, son arrollados y sustituidos por una nueva identidad. Esta es una estrategia que en la mayoría de los casos fracasa porque las ciudades son continente y contenido y, querer dotar al continente de una identidad ignorando el contenido es un error de base que acaba configurando ciudades informes, indefinidas, que podrán ser exitosas como lugares para dormir, pero no como lugares para vivir, dos términos que con mucha frecuencia se confunden.
Estas visiones y otras posibles se acaban plasmando en la realidad a través de la acción de los gobiernos; son estos los que desde la gestión acaban optando por los caminos a seguir y administran las decisiones en función de la idea de ciudad que quieren plasmar a futuro. Sin duda hay un trasfondo ideológico en la visión de la ciudad pero también debe haber cariño, aprecio y pertenencia y con seguridad estos últimos elementos son los que tienen mayor importancia.
Esta reflexión previa, como es lógico, pretende encuadrar a Pozuelo de Alarcón en alguna de las categorías mencionadas pero sobre todo contribuir a analizar el proyecto actual de ciudad, si es que existe, y qué futuro nos depara y por supuesto aportar elementos de debate que contribuyan a repensar la ciudad.
(Continuará mañana)
Ángel González Bascuñana, Portavoz Grupo Municipal Socialista