La calle José Navarro Reverter está abandonada por el Gobierno de Pozuelo. Ha olvidado hasta su ubicación y todo está manga por hombro (I) Un artículo de Juan Pozuelo

En un lugar de Pozuelo de cuyo nombre los responsables del Ayuntamiento no parecen acordarse, pero que está situado en la calle José Navarro Reverter, entre los números 16 y 20, existen varias comunidades de vecinos abandonadas de la mano de Dios o al menos de su Ayuntamiento.
El lugar se encuentra entre las magnas obras que los vecinos llevamos soportando con mucha resignación, desde hace año y medio, para la construcción de una nueva urbanización entre las calles Mercedes de la Cardiniere y el camino de las Higueras y las que han anunciado se realizarán a primeros de marzo, con bombo y platillo, algunos medios de Majadahonda, sobre lo que se ha decidido hacer en Pozuelo, para el soterramiento (¡al fin!) de la última rotonda que une la M-513 y la M503 en su camino a Boadilla y Majadahonda respectivamente y que se quedó con las ganas durante años, cuando se procedió al soterramiento de las tres rotondas anteriores vaya usted a saber por qué.
Y no se hace esta obra para aliviar el espantoso ruido del tráfico que lleva ensordeciendo desde hace más de una década a los vecinos de esta zona abandonada de Pozuelo, sin que ni la Comunidad de Madrid ni el Ayuntamiento de Pozuelo hayan movido un dedo para colocar una simple valla de protección contra ruidos, que sabemos que en sitios como la M-40 sí ha colocado a ambos lados el Ayuntamiento de Pozuelo, a pesar de que la M-40 tampoco es de su jurisdicción. No. Las obras se anuncian, más bien, para desahogar a los sufridos habitantes de Majadahonda y Boadilla, que en horas punta ya alcanzan atascos de entre veinte minutos y media hora en sus caminos de ida y vuelta al trabajo.
Y porque la aprobación del Plan Parcial, que llevaba acumulando polvo desde hace más de una década, se ha desbloqueado finalmente para el desarrollo de ARPO y ahora sí, todo será alegría y más obras, hormigón y vuelta al ladrillo durante otro tanto.
Mientras, los vecinos de los números 16,18 y 20 de la calle José Navarro Reverter, siguen sumidos en un agujero negro de olvido y abandono por parte del Ayuntamiento. Para más INRI, en junio de 2016, en justa y peculiar coincidencia con el arranque de la campaña electoral de las elecciones generales, dichos vecinos recibieron una carta de la alcaldesa, en la que se les comunicaba la intención del equipo de gobierno de “contribuir a la mejora del medio ambiente de nuestra ciudad y la habilitación de nuevas zonas verdes” para lo que crearían “un gran parque lineal de 20.095 m² con 72 nuevos árboles y 485 especies arbustivas, por lo que nos pedían comprensión, asegurando que la importante mejora de la zona compensaría estas incomodidades”.
Adjuntaba a su carta un plano… en el que los vecinos de José Navarro Reverter, quedábamos, una vez más, desde hace más de tres décadas que llevamos viviendo allí, literalmente FUERA DEL MAPA tan bonito que nos envió la Sra. Alcaldesa.
Casi dos años después, los vecinos de la zona seguimos teniendo una calle-estercolero, por el que apenas pasan los servicios de limpieza, mientras vemos que en otras calles barren primorosamente las pocas hojas de árbol que se desprenden hasta los días festivos. Vemos como un lamentable agravio comparativo que, por ejemplo, a los vecinos de las calles de la vecina Villa Navarra, como las de Mercedes de la Cardiniere o las de Javier Fernández Golfín o Méndez Núñez, se le ha dotado hace pocos años, de modernas farolas a cada 15 ó 20 metros, mientras los vecinos del agujero negro de José Navarro Reverter, seguimos con tres tristes farolas sobre postes de madera desvencijados que nos dejan en la penumbra. Vemos como a unos se les asfaltan las calles y se les colocan aceras, mientras el agujero negro sigue lleno de inmundicia y sin aceras. Vemos que unos tienen contenedores de basuras para reciclado de metal y cartón y otros seguimos teniendo que cargar a 800 metros dichos residuos.
Mañana, más…
Juan Pozuelo