El centro de Pozuelo empieza a ser una ciudad sin ley: Las obras del barrio de Las Flores y la falta de Policía municipal lo han convertido en un laberinto cabreante. Un artículo de El Tío Lombarda

Mira que me lo estaba viendo venir… pues al final me ha pasado.
El viernes, volviendo con mi coche de la compra con la parienta, entro por la calle Sagunto para alcanzar con Doctor Cornago y dejarlas en la puerta de casa porque ya no estamos ninguno de los dos para acarrear bolsas, pero…
Pero con esto de los cortes en la calle Las Flores, que llevan un montón de días sin aparente avance, tengo que entrar a mi calle por Reina Mercedes, algo que ya he contado en anterior ocasión.
Así que según doy el volantazo a mi derecha para coger Reina Mercedes me veo que un coche se me viene encima, de frente. Con los cataplines de corbata, oiga. Y mi parienta agarrada a la puerta a punto de darle un soponcio.
Claro que el otro, que se había saltado dos direcciones prohibidas, no llevaba menos susto que nosotros. Era de prever porque llevamos muchos años cogiendo esa calle hasta arriba y es fácil distraerse y colarse. Lo que tiene la rutina.
Menos mal que no pasó nada. Con más miedo que una vieja en la Plaza del Padre Vallet de noche, sigo para abajo y veo que sube una moto de frente por Reina Mercedes a todo trapo. Me paro, le doy el cambio de luces, pero como si nada. Se saltó las dos prohibidas y siguió adelante rozándome el espejo. Con un par.
Cuando ya descargué la compra y me tomé un mosto en el Extremadura, me di una vuelta por el dichoso desvío y la verdad es que los días de diario está un poco mejor apañado, pero a partir de las 8 de la tarde y los fines de semana es un desastre.
Las vallas de señalización estaban todas retiradas y colocadas en sitios invisibles. De hecho la primera, la que tendría que anunciar el desvío, está casi de espaldas a la dirección de la marcha, con lo que si no te sabes el nombre de las calles (que es lo normal) lo más probable es que te lo pases, como de hecho ocurre a diario, con los cabreos y retenciones correspondientes. Algún día alguien llegará a las manos.
Pero hay más cositas: los espacios destinados al giro de vehículos más pesados, están casi siempre ocupados por coches mal estacionados.
Salir de Julio Ferrer hacia Doctor Cornago supone hacer dos maniobras porque siempre hay alguno que decide aparcar «un momento» para descargar bloqueando el paso.
¿Y la Policía Municipal…?
Ni idea, aunque el coche se pasa aparcado en la plazoleta toda la mañana.
Pero llegando el sábado estamos en Pozuelo City, ciudad sin ley.
Entre la caradura de unos, los despistes de los otros y la falta de interés del Ayuntamiento, un día veremos un porrazo. Si no la habido ya, pero con lo que está lloviendo poco salgo de casa últimamente y no me entero de nada.
Y menos mal porque este no es ya un pueblo para viejos.
El Tío Lombarda