Previa del Pleno de enero en el que se verá con claridad cómo todos los concejales de Pozuelo están ya bajo “El síndrome del Palacio de la Moncloa” y no viven la realidad de esta villa

Empezaré diciendo que me reconozco un pesado. Más que matar a un elefante a besos. Y hoy volveré a decir lo que he repetido unas tres docenas de veces desde que nació El Correo de Pozuelo: creo que la política de Pozuelo va por un lado y los problemas de los vecinos por otro.
Es como si, en esta legislatura, el famoso Síndrome de la Moncloa, ese que, en líneas generales, aleja a los políticos de la realidad de la calle, de lo que piensa la gente, hubiese entrado en el viejo convento consistorial y hubiera afectado no solo a la alcaldesa y al Gobierno de Pozuelo sino también a la Oposición…
De todos es sabido que el Gobierno de la señora Quislant y la propia alcaldesa viven una realidad paralela pero lo llamativo es que, en este Pleno, también se ve que está afectando a la Oposición y a sus portavoces.
Los vecinos de Pozuelo, los que pagan la falla política que tenemos montada en la villa (a veces se les olvida los concejales y hay que recordarlo constantemente), se han visto sacudidos en este mes de enero por dos temas graves. Muy graves. Por un lado, el trágico asesinato de Diana Quer con todo lo que significa eso que ahora llaman “feminicidio” y, por otro, la gran inseguridad que reina por doquier. Una inseguridad dividida en dos partes: El robo con fuerza en las cosas que se está llevando a cabo en las grandes urbanizaciones y algunos establecimientos del centro y el hurto de teléfonos móviles que, en palabras, de alguien relacionado por seguridad pozuelera alcanza el top ten, que diría Ulecia, de la Comunidad de Madrid.
Bien, pues nuestros políticos no abordan ninguno de estos dos temas en el Pleno del Ayuntamiento que se celebrará mañana. Solo hay una pregunta genérica para respuesta oral de Miguel Ángel Berzal sobre la reunión de seguridad que tuvo la alcaldesa con diversos representantes de las grandes urbanizaciones y que, dicho sea de paso, fue algo penoso. Pero esa reunión fue consecuencia, señores. Lo importante es la causa que provocó esa reunión y que tiene a un gran número de contribuyentes preocupados. Unos por haber sido ya objeto de los ladrones (algunos chalets dos veces) y otros por sentirse objetivos de esos mismos delincuentes.
No digo con esto que no haya 50 temas importantes más por los que preguntar al Gobierno. Digo que, como en todo, tiene que haber una jerarquía de valores. Y hay temas importantes y temas menos importantes. Y temas, incluso, ínfimos por los que se pregunta, pero los fundamentales son los fundamentales. Porque una cosa es una cosa y otra un paraguas.
Por eso creo que nuestros políticos están contaminados ya por el Síndrome de la Moncloa. Como salen poco a la calle, creen que la vida de esta villa se desarrolla entre esos muros del convento y no es así.
Vale que el Gobierno, incluida la señora Quislant, no le preocupe Pozuelo nada porque, como ya les anunciaron, no va a seguir ninguno en la próxima legislatura y todo lo que pase en esta ciudad les importe un carajo… Ande yo caliente y ríase la gente. Pero últimamente pienso que eso también le pasa a la Oposición.
La oposición de Pozuelo sigue pensando que su labor tiene que ser constructiva en un error de concepto inasumible ya que, aunque, en este Pleno, presente unas mociones realistas e imaginativas a la vez, solo van a recibir desprecio y por lo tanto cosecharán una importante pérdida de tiempo.
El Gobierno tumbará sus mociones diciendo que las están estudiando… Siempre lo hace. Y lo que es peor, con alguna de ellas se quedarán y las propondrán como suyas en próximos Plenos… Como sucede con una de las que propone sobre el estado de determinadas zonas del municipio de Madrid limítrofes con el de Pozuelo.
Esta también es una propuesta que ya hizo Ciudadanos hace año y medio y que, en la contestación, descubrimos que un recién llegado llamado Eduardo Oria era un listillo de carajo la vela. Recuerdo que, en plan graciosete, dijo que el Gobierno de Pozuelo no podría arreglar los problemas limítrofes con Madrid porque nunca sabría donde terminar, dónde poner el final y podría llegar hasta Sol. Tengo que buscar su intervención… Fue apoteósica.
En fin, que en este Pleno no quedará piedra sobre piedra y el Gobierno, pese a los graves problemas que tiene Pozuelo, se irá de nuevo de rositas.
Cada día que pasa, entiendo menos la labor de esta Oposición… Ya sé que lo he dicho muchas veces… Es que, insisto, soy muy pesado.
El Capitán Possuelo