Humanizar la asistencia sanitaria: el gran reto del nuevo consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Un artículo del doctor Juan José Granizo

El nombramiento de Enrique Ruiz Escudero como nuevo consejero madrileño de Sanidad ha traido consigo la creación de la Viceconsejería de Humanización de la Asistencia Sanitaria.
Madrid es una de las pocas comunidades que ya contaba con un ente dedicado a este importante asunto en el organigrama institucional, pero con rango de Subdirección General.
Crear una nueva Viceconsejeria supone un gran salto cualitativo y revela una fuerte apuesta del gobierno de la Comunidad por mejorar la humanización de la sanidad.
Algo que ha cobrado especial importancia en los últimos años por que la sociedad ha cambiado su percepción de esta cuestión, acentuando la importancia de afrontar un problema que afecta gravemente a la calidad, e incluso, a la legitimidad del propio sistema sanitario público
No hace mucho, en estas mismas páginas hablábamos de ello en respuesta a un artículo de Abelardo Hernández («Doctor, ¿Por qué no quiere tocarme?. La frialdad de una consulta médica», 14 de junio de 2017).
Y es que cada vez con más frecuencia nuestros pacientes se quejan de cosas tan elementales como de la falta de trato humano, de información asequible o de la capacidad de elegir la opción terapéutica que más les guste a ellos y no la que venga en el protocolo de rigor.
Cuando una enfermedad grave nos quiebra todos sentimos una terrible sensación de fragilidad. Justo en ese momento es cuándo tendremos que afrontar algunas de las decisiones más importantes y duras de la vida relacionadas con el tratamiento más efectivo. Por otro lado, muchos pacientes son ancianos y sufren enfermedades crónicas que requieren de constantes cuidados suponiendo una gran carga familiar.
La respuesta de la medicina de nuestro tiempo ha sido el intenso uso de sofisticados medios técnicos, de avanzados tratamientos, de una rígida protocolización de los cuidados… en definitiva todo es científicamente eficaz, pero increíblemente complicado.
Es normal sentirse desamparado y perdido.
El paciente no entiende como una máquina puede diagnosticar su enfermedad, ni sabe como el tratamiento le puede curar, sencillamente se pone en manos de los sanitarios y va para de aquí para allá sin saber en que punto está de un largo itinerario. No todos quieren saberlo, es verdad, pero todos quieren sentirse arropados en ese camino.
Es más, en algún momento de ese proceso el paciente puede querer tomar sus propias decisiones y quizás modifique el plan trazado por sus cuidadores.
Humanizar supone, en definitiva, poner al paciente en el centro de todo el sistema sanitario. Tratar y cuidar personas que son más que una suma de enfermedades, considerando que tienen expectativas vitales, preferencias y prioridades que deben ser respetados.
No creo que nadie se pueda oponer a la aplicación de esta visión de la Asistencia Sanitaria en el sistema sanitario público, pero otra cosa muy distinta es como lo vamos a hacer.
No es solo una cuestión de recursos económicos, aunque al final todo lo sea. Sobre todo es un problema de organización de las instituciones sanitarias y de la actitud del personal. Modificar lo primero es complicado, pero asequible. Cambiar la mentalidad de la clase sanitaria, en la que me incluyo, es un reto.
Un reto que va a llevar mucho tiempo. Pero cuando antes empecemos el camino, antes alcanzaremos alguna mejora.
Juan J. Granizo, Doctor en Medicina, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública