Álvarez Ustarroz no ha dimitido, ha sido cesado por la alcaldesa, se diga lo que se diga. Quislant estaba harta de él y no perdona traiciones. Un artículo de Juana Pozuelo
Ayer se hizo público que el inefable jefe de gabinete de la alcaldesa ha presentado su dimisión por lo que desde el día de ayer ha cesado en sus funciones. Era un secreto a voces. Desde hace semana, se venía comentando que Ustarroz iba a dimitir no tanto porque esa fuese su intención, como se dice en este periódico, sino porque su gestión ha sido pésima. Esa es la realidad. Y eso la alcaldesa lo sabe bien y, por ello, ha decidido prescindir de él con independencia del mucho cariño que le pudiera tener. Pero el cariño no gana elecciones ni gobierna un municipio.
Sé que la alcaldesa no estaba contenta con la labor de Ustarroz en el Ayuntamiento. Ustarroz. Lo sé pero no puedo decir quién me lo dijo. En el Ayuntamiento hay miedo pero esa era la realidad. Ustarroz no era la persona adecuada para las funciones que debía desempeñar.
En múltiples ocasiones la alcaldesa tuvo más de un disgusto por la muy deficiente gestión de su mano derecha. Por no decir todas aquellas veces en las que Ustarroz hacía caso omiso a las instrucciones de Quislant, lo que le valió algún que otro rapapolvo.
El ya exjefe de gabinete ha demostrado ser un lastre para la agenda gubernamental porque ha sido incapaz de estar a la altura de lo que este gran municipio exigía. Es muy simple, Ustarroz no vale para este puesto. Pero no nos llevemos las manos a la cabeza, ¿alguien de verdad pensaba que este señor iba a estar a la altura? Se le nombró por capricho no por profesionalidad.
Susana Pérez Quislant con independencia de que guste más o menos no es tonta y ahora anda obsesionada con las traiciones. Huele las traiciones o eso me han dicho y no las soporta. Y fue muy comentado en su círculo cercano cómo Ustarroz estuvo hablando en público con la otra candidata a la presidencia del PP de Pozuelo, Yolanda Estrada. Y eso levantó ampollas en el sector de Quislant. Fue la gota que colmó el vaso.
¿Por qué charlaba tan cordialmente Ustarroz con Yolanda?
No lo sé pero lo que sí sé es que Ustarroz era consciente de que su tiempo en Pozuelo de Alarcón llegaba a su fin. Quería construir puentes con Yolanda pero la Estrada no tiene un pelo de tonta. Conclusión, Ustarroz se quedó en tierra de nadie. Jugó mal sus cartas y perdió. Sí, Pepeluis, como dicen ustedes, perdiste.
Y, por supuesto, no puedo olvidar el tema de su presunta incompatibilidad administrativa. Ese escándalo que reveló este periódico y que Ustarroz intentó zanjar con unas explicaciones claramente insuficientes que eran una tomadura de pelo. Y eso le macó bastante.
Las pruebas que demostraban que Álvarez Ustarroz estuvo compatibilizando su cargo de jefe de gabinete con la abogacía hasta enero de 2017 eran muy concluyentes y buena fe de ello la dio este periódico. Sí, el Correo de Pozuelo es un periódico digital cuya labor en Pozuelo es encomiable.
Este periódico ha puesto los puntos sobre las íes en relación a la presunta incompatibilidad del ex jefe de gabinete. Algún día se sabrá toda la verdad y, cuando se sepa, se depurarán las responsabilidades administrativas y políticas.
Pozuelo de Alarcón se ha librado de una buena. Nadie recordará positivamente al incompatible y oscuro personaje.
Con él se va de lo peorcito que han padecido no sólo el equipo de gobierno de esta villa sino también los pozueleros.
Para terminar, quiero ser positiva y por eso deseo suerte a Ustarroz en su vuelta a la abogacía pero, especialmente, quiero desear suerte a sus futuros clientes.
La necesitarán.
Juana Pozuelo