En Pozuelo de Alarcón: La Universidad Complutense derriba el “edificio de la muerte” del Campus de Somosaguas” medio siglo después

Hoy comienza el derribo de un edificio prefabricado del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense que construyeron en 1968 como solución temporal y que desde la muerte de dos profesores por cáncer en los años 90, pesa sobre él la sombra del amianto.
Cuentan las crónicas de la época el caso del profesor Peruga quien, pese a no fumar y llevar una vida sana, sufría de tos y sucumbió a un cáncer de pulmón que le dio muerte en 1999. Sus amigos se preguntaron entonces si el edificio donde pasaba jornadas interminables tuvo algo que ver con su muerte; una duda que se acrecentó porque «esos años hubo otro caso». Fue el del profesor Merino, cuyo despacho estaba cerca del de Peruga, y además presentó los mismos síntomas, dicen que por culpa del amianto.
«Ninguno de los materiales del edificio tiene amianto» «Ninguno de los materiales del edificio tiene amianto», sostiene Nuria Albert, directora del área de Obras y Mantenimiento de la Complutense. Albert expone que es consciente de la leyenda del edificio y, para cerciorarse de que no iba a haber problemas con la demolición, buscó los estudios que se hicieron en su día y que dieron negativo en amianto. «No los encontré y encargué unos nuevos», indica la directora de Obras, quien insiste en que posee nuevos «informes de amianto con resultado negativo».
Por ello, se reafirma en que la salud del personal que se va a quedar en la parte del edificio que se va a mantener en pie -para ella dos tercios del inmueble- no peligra.
Quizá estas noticias, junto con la afirmación de que «todo se está haciendo de forma legal» tranquilicen a los alrededor de 40 profesionales que volverán en septiembre a poblar los despachos de un edificio.
El derribo, estima Albert, durará más o menos un mes. El objetivo es que este pabellón esté listo para el inicio del próximo curso. Antes esperan poder encargar a una empresa especializada -como dictamina la legislación- que retire las bajantes en las que persiste el asbesto.