Las bicicletas son para disfrutarlas pero no por las aceras de Pozuelo de Alarcón y atropellando gente

Tendremos que reconocer que las nuevas costumbres sociales nos han ido imponiendo hábitos de vida que, con demasiada frecuencia, nos han hecho pasar del reconfortante paseo a la discusión más irracional posible, finalizando en tantas de las ocasiones con paso al frente del ciudadano ofendido, rugido en su voz y manos al frente que con gesto despreciativo nos acaba perdonando la vida a pesar de que es él, el causante del encontronazo.
A todos en alguna ocasión, de frente o por la espalda, al doblar la esquina o al salir del portal caminando, eso sí, por la acera nos ha abordado una bicicleta – realmente nos invade el que la porta – y con el riesgo del impacto, en tantas de las ocasiones hemos tenido que frenarnos, apartarnos o simplemente dejarnos estar y ¡que ocurra lo que tenga que ocurrir¡
Los que hay que aciertan a disculparse, otros, simplemente se creen dueños de la acera y consideran un derecho, la prohibición de circular por la misma, en ese espacio del peatón, llegando a encararse con el ciudadano y, perdonándote la vida siguen su camino.
La situación se agrava y se torna de alto riesgo para el viandante cuando la “invasión “de bicis es familiar; distintos tipos de bicis, equilibrios encontrados, edades delicadas y, por supuesto : “el más educado calla” que decía mi padre y habitualmente ¡cómo no! suele ser el transeúnte que además de la razón sufre el susto, cuando no el golpe y a continuar con la aventura. Resulta llamativo que nunca, esos padres esforzados, analicen el riesgo que supone para la criatura inexperta el poder caer sobre la calzada…
Curiosa tesitura, esta última, en la que muchos padres quieren a través del ocio – paseo en bici – disponer de un tiempo para la convivencia familiar, obviando la ocasión de, disfrutando del ejercicio físico que supone darle a los pedales, educar a sus hijos en cuanto a las normas de convivencia y seguridad vial, enseñándoles las vías permitidas para la Circulación de las mismas y la prohibición expresa de hacerlo por las aceras.
Posibilidad educacional para nuestras fuerzas locales en su día a día – cuántas ocasiones no encontrarán – y, por supuesto, para nuestros gobernantes que en situaciones tales, como el día de la Bici disponen, de todas las partes implicadas para trasladar el conocimiento y fomentar la convivencia vial.
Ya sé que son los menos, pero es casi imposible salir a pasear por las aceras de nuestras calles y no tener que apartarse por la llegada de “algún buen ciudadano” al que no le llega la calzada, ni los carriles bici dispuestos para tal fin.
Como nuestros ediles caminar, caminan poco por la Villa, difícilmente lo podrán conocer pero el poder pasear por las aceras, más allá de socavones puntuales, grietas eternas, farolas, señales, papeleras, cubos de basura y aparcamiento de motos que las hacen más estrechas, aderezadas todas con los distintos objetos “que se nos caen“ a tantos y a tantos pozueleños hasta convertirlas en el papel de los idiotas, sin el riesgo añadido de las dos ruedas y las consecuencias que del mismo se puedan derivar, sería un triunfo para todos y otra manera de caminar por Pozuelo de Alarcón.
A. Nogueiro
Hay una imprecisión en el artículo: En Pozuelo en calles de mas de tres metros se puede circular en bici si se acompaña a un menor de 16 años.
Muchas gracias por su participación. Tomamos nota. Saludos