Pasen y vean los argumentos por los que se sospecha que Paloma Tejero pasa de Pozuelo: Nunca debiste cruzar el arroyo Meaques, forastera

Hace tiempo que tengo abandonadas las respuestas del Gobierno a las preguntas escritas de la Oposición y me resulta descorazonador. Porque yo quisiera dedicarme solo a esto pero el jefe no me deja de incordiar…
Y es que, como siempre he dicho, a través de estas respuestas se puede ver el talante político de cada concejal del Gobierno y en cada momento.
Hay respuestas redichas como las de Pita. Isabel es una redicha. Hay respuestas pasotas como las de Almudena. La concejala Ruiz hay veces que parece que se siente destinada para la gloria y mira a los mortales desde arriba. Hay respuestas toreras como las de Oria. Para Oria casi todo es competencia de otros, olé. Hay respuestas escuetas. Como escueto es Diego de Aristegui. Lo suyo es: sí, no, no se sabe… Y hay respuestas evolutivas, como las de Paloma Tejero. Esta concejala, por cierto, es un libro abierto. Podría poner muchos más ejemplos pero hoy no toca.
Hoy toca ver el momento evolutivo de Paloma Tejero. Me cuentan que ya no se lleva con la alcaldesa, cosa muy normal en el Ayuntamiento y muy raro en ella que vino de Móstoles a exigencias, precisamente, de la señora Pérez Quislant. De hecho, hubo un tiempo que era la niña de sus ojos…
Pero, en Pozuelo, la cosa va según venga el viento. Y la veleta señala ahora viento de Poniente y ese viento siempre trae tempestad… Aunque Paloma pasa olímpicamente.
Vean, si no me creen, la respuesta de la Concejala de Urbanismo a una pregunta de Maite Pita sobre la Estación de Renfe…
Pregunta:
Respuesta:
Es una respuesta fantástica. No es que pase del tema, no, lo siguiente. Solo le ha faltado decir: ¡Y a mí qué, cáspita, me importa!…
En fin, Palomita, y tú que viniste de tan lejos a ser la reina del mambo pozuelero, ahora, que apenas han pasado dos años, pasas más de Pozuelo que yo de las aceitunas negras…
Nunca debiste cruzar el el arroyo Meaques, forastera.
Juan Manuel Sánchez