Yolanda Estrada deja de colaborar en El Correo de Pozuelo después de cuatro años por pura honradez y coherencia política. Este es su último artículo. “Adiós, amiga, buena suerte y que la Fuerza te acompañe. Te lo mereces”

Hoy os digo adiós. O “hasta siempre”, o, como me gusta a mi, “hasta luego, amigos”. Escribir por última vez desde mi Rincón de Libertad me hace recordar aquél momento, hace ya más de 4 años, cuando todo esto empezó.
Ese momento en el que tras una “mentira” más que se publicó sobre mi, decidí ponerme en contacto con Anacleto Rodríguez. Le mandé un mail. Mail que recibió respuesta. Luego fue el móvil. Una llamada. “¿Quedamos?”. Un café. Dos.
Una entrevista posterior. Conversaciones. Risas e incluso alguna que otra lágrima. Y llegó la propuesta. Colaborar con él en su medio de comunicación local. El Correo de Pozuelo. Y acepté. Si, amigos, acepté. Anacleto, por primera vez en muchos años, escuchó mi versión, vio mis pruebas y estoy convencida de que, por fin, conoció la verdad. Ni siquiera “mi verdad”. Lo digo alto y claro, LA VERDAD.
Al mismo tiempo yo le escuché a él, le entendí y le pedí disculpas. Porque yo erré como concejal en mi relación con algunos periodistas locales metiendo a todos en el mismo saco y me equivoqué. Gracias a Dios, no todos son iguales y, en Pozuelo, hay grandes periodistas y medios de comunicación limpios y objetivos.
Sin embargo, la triste realidad es que algunos son “mercenarios”. Están a disposición de quienes les pagan. Hoy agravado con esos perfiles falsos o trolls en las RRSS que pretenden “comunicar” bajo el yugo de la pasta con un fin “predeterminado”: Difamar, calumniar o cuestionar a personas honradas y honestas sólo porque no piensan como ellos.
Así que afirmo con alivio, menos mal que aún nos quedan muchos “Anacletos” en el mundo de la comunicación y de los medios. Profesionales que siempre están abiertos a escuchar, informarse y escribir en y con libertad.
Anacleto me criticó en su pasado (ya borrado) en otro diario digital (panfleto digital) y yo, os soy sincera, disculpadme, llegué a “pasar tanto del tema” que no leía absolutamente nada. Y me perdí muchos artículos buenos, trabajados y pensados para Pozuelo de otros profesionales. No volverá a suceder.
En segundo lugar, acepté colaborar porque El Correo, me aseguró, “siempre será independiente”. Cumplió su palabra. Ni un euro público financia a este medio de comunicación a pesar de ser el más leído de Pozuelo y quien mejor posicionado está entre los medios de Pozuelo a nivel nacional e internacional.
Me gustan los señores, las personas honestas y quienes cumplen su palabra.
Por ello, quiero devolver a Anacleto lo que me brindó hace años y darle las gracias públicamente por defender siempre la libertad. La mía y la de todos.
Años después, he vuelto a la política y vuelvo a ser cargo público. Represento a todos los madrileños bajo las siglas de mi partido, el PP. Y soy consciente que estoy expuesta a ser criticada por mi trabajo y no quiero que nadie pueda sentir que el hecho de que yo hubiese iniciado esta colaboración local hace más de 4 años, limite la libertad de Anacleto de criticarme a mí, a mi partido en la Asamblea o a la Presidenta. No me gustaría que lo hiciese, tengo que ser sincera, pero es su derecho y su libertad. Y mi relación anterior con este medio no puede ni debe ser excusa para que “algunos” digan que si Anacleto escribe bien de Ayuso, es por mí o si critica a alguien de mi partido o de cualquier otro partido, también es por mí.
No, amigos. ¿Alguien puede pensar que un profesional con la trayectoria de Anacleto Rodríguez se va a dejar influir por mi en sus opiniones? Ridículo, sin embargo, para evitar cadenas inexistentes, libero a este gran profesional de esa “posible” vinculación interesada por aquellos que, seguramente, actuarían así con indecentes “periodistas o seusoperiodistas”. Ya se sabe aquél refrán, “cree el ladrón que todos son de su condición”. Ahí lo dejo.
Todos los que leemos El Correo de Pozuelo conocemos la línea editorial del mismo. Anacleto Rodríguez no gana nada por aplaudir a Casado, a Almeida o a Ayuso, como viene haciendo. Pero tampoco gana nada por criticar a quien él considere oportuno. Ya sea del PP o no.
Así que, lo dicho, “manos libres, amigo”. Libertad.
Al anterior motivo añado otro más, de fondo, que me impide seguir colaborando.
Mi trabajo, fundamentalmente, será de ámbito autonómico y/o de índole nacional. Podré defender mis propuestas desde una tribuna o desde el Parlamento autonómico. Y aun teniendo siempre la posibilidad de escribir sobre el tema que yo quisiera, soy consciente del ámbito local de El Correo y no quiero ser yo quien contribuya a desvirtuar este fin primordial de Anacleto. Por el Prestigio de Pozuelo. No obstante, adelanto que siempre me sumaré a iniciativas cuyo objetivo sea mejorar nuestro municipio. Las lidere Anacleto, Carmen Millán o Asunción Mateos. O cualquiera de los otros medios locales de nuestro querido Pozuelo.
Honestamente creo que es la decisión más adecuada teniendo en cuenta mi reciente situación política.
Me despido de todos vosotros. Los que me seguís, los que me habéis leído alguna vez, los que compartís mis reflexiones y los que no. De todos sin distinción. Os deseo lo mejor y quiero que sepáis que seguiré defendiendo mis ideas, con mis palabras y mis reflexiones allá donde estoy, donde vaya o donde me depare la vida.
No quiero terminar sin reconocer públicamente que a nadie le gustan las críticas. Caen como jarras de agua fría algunas informaciones que aunque, reales, escritas te duelen. Y te indigna enormemente la mentira y la difamación cuando te consta que hay “intereses detrás” contra los que alguien sin poder no puede luchar.
Yo me sentí y me siento muchas veces indignada, pero jamás he pretendido “comprar” a nadie para que deje de escribir sobre mí o para que escriba de otra manera. No lo he hecho nunca, con “presunto poder” como concejal, así que sin poder, menos aún.
Respeto la libertad de información, el derecho y la obligación. La libertad de expresión. Libertades que defiendo desde que tengo memoria. Así que me repele la censura. Y rechazo el victimismo de muchos cargos públicos.
Con Anacleto, durante estos años, hemos tenido opiniones distintas, hemos estado alejados en muchos aspectos y en otros, nos fuimos uniendo más. Y le respeto. Le respeto y le admiro.
Anacleto, muchísimas gracias por todo. Por ser como eres, aunque a veces desesperes a los míos (no sé si alguno será capaz de leer también lo que escribes de los “otros”, sería un buen ejercicio para conocer la libertad que defendemos)
Gracias por permitirme un espacio en libertad, con libertad. Gracias por haberme enseñado tanto y por haberme guiado en mi otra pasión: Escribir. Y, sobre todo, ante todo y para siempre, gracias por ser MI AMIGO.
La política es muy contradictoria y te encuentras con especímenes dignos de estudiar por lo que apestan a degeneración, falta de humildad, falta de ideas, proyectos, “mercenarios”. No seguiré porque os abrumaría. Pero, la política tiene también su lado positivo. Tener la oportunidad de conocer, coincidir o trabajar con personas buenas que son infinitamente más y mejores que las malas. Os podría dar cientos de nombres de políticos así. Hoy tengo el honor de compartir proyecto con muchos de ellos desde la Asamblea y bajo la presidencia de Isabel Díaz Ayuso y me ilusiona.
Junto a ellos, gracias a la política, puedes encontrarte a otros profesionales que no son políticos y que si no hubiera sido por la política, jamás les hubiese conocido, como Anacleto Rodríguez y algunos de los colaboradores de los que se rodea y tengo el honor de conocer.
Deseo mucha suerte, muchos éxitos y muchas lecturas a El Correo de Pozulo. Sois un equipo magnífico y siempre estaré a vuestro lado.
Y a todos vosotros. Muchas gracias por estos años, amigos.
“Los caminos de la lealtad son siempre rectos”, Charles Dickens.
Yolanda Estrada